Este año podría ser el último que veamos terminales de Apple con pantallas LCD. A partir del 2019, los nuevos iPhone tendrán una pantalla OLED sí o sí.
El motivo principal por el que la transición no se ha llevado a cabo aún, es la falta de proveedores, donde actualmente Samsung es la única empresa capaz de gestionar un volumen de estas características, y eso, a Apple no le interesa.
Ya os contamos como los californianos habían invertido una cantidad de dinero considerable en ayudar a otros fabricantes para mejorar sus factorías y poder hacer frente a la demanda de los nuevos paneles OLED. Uno de los más beneficiados sería LG, donde pasaría a ser uno de los proveedores principales a corto plazo.
Apple quiere pantallas OLED en sus iPhone
No es ningún secreto que los californianos quieren adaptar las pantallas OLED a sus terminales. Sobre este tipo de pantallas hay ventajas y desventajas, pero Apple supo hacer un buen trabajo mejorando la pantalla OLED del iPhone X.
Entre algunas de esas mejoras, se consiguió reducir el abuso de algunas tonalidades más pronunciadas, por ejemplo el azul. Algo que podemos observar a simple vista en terminales de Samsung, por ejemplo. El quemado de imagen también se redujo al máximo, aunque por supuesto, dado las características de estas pantallas, no es inmune, aunque su impacto, a nivel general, es bajo.
Así que, si la información de ET News es cierta, la próxima generación de iPhone (2018) podría ser la última en incorporar las pantallas LCD para dar el salto definitivo a las pantallas OLED.
De momento, todo parece indicar que al menos este año, un iPhone tendrá la ya más que conocida pantalla LCD. Concretamente en el modelo de 6,1” o el denominado “iPhone más barato” (que realmente barato no será, pero sí menos costoso).
¿Qué te parece que Apple lance toda su gama de iPhone con pantallas OLED?