A pesar del éxito rotundo de Apple en prácticamente cualquier dispositivo que saque, la empresa nunca fue una fábrica de éxitos permanente en el pasado.
Uno de sus mayores fracasos llegó con su videoconnola Pippin en el año 1995, donde muchos hablan que gracias a este fracaso, rogaron a Steve Jobs que regresara a la compañía.
En realidad la videoconsola fue diseñada por Apple pero manufacturada por Bandai, es decir, Apple ponía el hardware, pero quería que otra empresa la distribuyera bajo su marca propia. La «ganadora» fue Bandai.
El concepto básicamente era un ordenador «barato» para todos los públicos, aunque se usó como una videoconsola que superaba en potencia a la Play Station original. Pero llegó tarde y con un precio muy elevado.
Pippin estaba muy avanzada a su época
La consola que de Apple tenía todo lo necesario de los que una consola de hoy en día incorpora de manera básica. Se podía conectar a Internet, unos mandos muy futuristas e incluso un joystick bastante interesante para su época (del cual se fabricaron más que consolas).
En su interior encontrábamos un procesador PowerPC 603e 66MHz de 32 bits, una versión de macOS limitada, una unidad de CD-ROM a 4x, un modem de 14.400 bps y dos colores disponibles, en blanco para Japón y negro para los Estados Unidos.
Tuvo alrededor de unos 30 títulos creados por Bandai, con juegos como Dragon Ball, Power Rangers o Sailor Moon. Además incluía un navegador web e incluso una enciclopedia (a finales de los 90 eran muy populares).
El lanzamiento tuvo un trágico destino en un breve plazo, concretamente menos de dos años. Dos años donde se actualizó el hardware en tres ocasiones, pero no fue suficiente para llamar la atención de lo usuarios. Mucho menos por su precio, 599 dólares de la época.
Se vendieron 42.000 unidades de las 100.000 previstas. Aún vendiendo las 100.000 unidades, se convertiría en un fracaso. La Virtual Boy de Nintendo tuvo unas 770.000 unidades vendidas, siendo unos de los mayores fracasos de Nintendo.
Llegó tarde y mal, pero gracias a eso, Jobs regresó
Llegó en un momento donde Play Station de Sony, Nintendo 64 o Sega con Saturn comenzaban a destacar en el mercado con un precio inferior y con un catálogo de juegos muchos más amplios y novedosos.
A los dos años de su fracasado lanzamiento, Apple le tendió la mano a Steve Jobs para que volviera a la compañía y así intentar salvarla de todos los fracasos tecnológicos que iban arrastrando.
Poco después Steve Jobs eliminó prácticamente todo el catálogo que tenía Apple (impresoras, cámaras de fotos, PDA…) para desarrollar el iPod y el iMac. Gracias a esto, la empresa comenzó a levantar cabeza de una manera muy rápida, olvidando por completo el fracaso de Pippin.
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Pippin fue considerada como uno de los mayores fracasos en la historia de las videoconsolas. Ahora hay un mercado para ella, pero se venden como artículo de coleccionista.
Ahora Apple no vende videoconsolas como tal, pero si que ofrecen y presumen de tener el mayor catálogo de juegos móviles en App Store, donde el Apple TV está cogiendo un gran protagonismo para pasar una tarde de gloria con los juegos que ofrecen en iOS y tvOS.
¿Conocías la historia de la consola de Apple? ¿Crees que Apple debería intentarlo de nuevo con un nuevo concepto?