Un periodista de la CBC News quiso comprobar el servicio técnico de Apple acudiendo a una Apple Store con su MacBook Pro dañado. El resultado final resultó ser muy llamativo.
Las Apple Store gozan de un servicio técnico especializado que nos permite reparar o actualizar los componentes de nuestros equipos en la misma tienda, en ocasiones, incluso se pueden solventar en el acto.
El periodista quiso comprobar la calidad del servicio posventa de la Apple Store con un MacBook Pro del cual no encendía la pantalla. Tras esperar unos minutos para que los técnicos hiciesen un diagnóstico del equipo, la sorpresa llegó en forma de presupuesto, 1.200 dólares. Es decir, prácticamente lo que costaría un nuevo MacBook.
El servicio técnico de la Apple Store realizó un diagnóstico previo
El Genius que atendió a nuestro protagonista recibió una de las peores noticias que un usuario de Mac podría recibir. Su MacBook Pro ofrecía signos evidentes de haber sufrido daños por líquidos.
Con lo cual, el equipo técnico se veía obligado a sustituir prácticamente todos los componentes del MacBook Pro por la propia seguridad del cliente y para que estos fallos no se volviesen a repetir en el futuro.
La única solución era pagar una reparación que prácticamente igualaba a la compra de un nuevo MacBook. Lógicamente, alguien con este tipo de problema tan grave en el Mac hubiera optado por realizar una nueva compra en vez de una reparación.
Era la única solución que el Genius podía ofrecerle a nuestro protagonista. Este insistía en que Apple no hacía reparaciones de ese tipo, sólo sustituciones de piezas originales para salvaguardar el buen funcionamiento del equipo Con lo cual, el MacBook Pro con el problema en la pantalla se fue de vuelta a casa.
Un técnico independiente y youtuber solucionó el problema gratis
Tras conocer el precio de la reparación, el periodista quiso conocer la opinión de un técnico independiente para valorar la situación. Por ello acudió a Louse Rossman, un youtuber que suele realizar tutoriales sobre cómo reparar equipos electrónicos para hacerlo nosotros mismos en casa.
Louse Rossman hizo dos apuntes interesantes antes de averiguar el verdadero problema del MacBook Pro. El primero era referente al daño con líquidos. Este afirmó que los MacBook Pro incorporan un “chivato” que cambia de color si ha detectado líquidos en su interior, pasando a ser de color blanco a rojo.
El dato más llamativo fue que este sensor de líquidos. Louse Rossman afirmaba que incluso la propia humedad del ambiente podría dar una novedad falsa cambiando de color a rojo. Algo que pude ser normal si usamos el equipo en exteriores. Aún así, los técnicos de Apple actuaron bien al ofrecer el beneficio de la duda y no arriesgar la reparación con ese signo de advertencia.
Sobre el problema de la pantalla, Louse hizo un gesto revelador. Con una linterna, iluminó el logo de Apple presente en la tapa del MacBook Pro. Se podía observar como había actividad, pero no iluminación. Esto resultó ser muy positivo, ya que la reparación sería sencilla.
El problema resultó que un pin de la pantalla estaba suelto, con algo de precisión lo volvió a conectar en su sitio en unos segundos y el MacBook Pro comenzó a funcionar nuevamente sin ningún tipo de problemas.
Louse afirmó que no iba a cobrarle por ello, pero sí recomendó encarecidamente cambiar el cable que contenía el pin dañado por uno nuevo. El precio de la operación ascendía a 100 dólares, un precio asequible para seguir disfrutando de un MacBook Pro durante algunos años más.