Las criptomonedas, en especial los famosos bitcoins, están cobrando gran relevancia en estos últimos días. Si bien hace unos años o meses muy poca gente sabía lo que eran, desde hace relativamente poco se están dando a conocer la moneda virtual llamada bitcoin. Aunque, no todos muchos saben qué son realmente y cómo funcionan estas monedas virtuales. O para ser más específicos, criptomonedas.
¿Qué son las criptomonedas?
Una criptodivisa es una divisa virtual que tan sólo existen en la red, y de la cual no hay monedas ni billetes con los que pagar físicamente. Aún así, es una divisa totalmente válida, con la cual se puede comprar y vender como si de una divisa tradicional se tratara. De hecho se pueden encontar muchas aplicaciones para comprar y vender bitcoin en iPhone para que esta tarea no requiera siempre de un ordenador.
Aunque hay una aclaración que quiero hacer cuanto antes. Es importante no confundir estas criptodivisas o criptomonedas con el hecho de tener X euros en el móvil y pagar con ellos mediante Apple Pay. En realidad ese dinero sigue siendo un dinero real, el cual le confiaste a tu banco.
Las diferencias con las divisas tradicionales
Una divisa tradicional como el euro, el dólar o el yen se basan en una propiedad física. Por el contrario, las criptomonedas son unas monedas virtuales cuyo valor no está relacionado con ningún objeto físico. En su lugar, su integridad se basa en reglas y operaciones criptográficas. Pero ya entraremos más en detalle sobre esto más adelante.
Otra diferencia principal de una divisa tradicional y una criptodivisa es su centralidad. En una divisa tradicional, como es el caso del euro, la moneda es controlada por una organización, en ese caso, el banco europeo. En cambio, una criptodivisa es un sistema distribuido y descentralizado. Por tanto, no hay ninguna persona ni ninguna organización que tenga el control sobre la moneda. Y en ese sentido, es más segura, aunque también es por ese motivo por el que monedas como el bitcoin están siendo usadas para actos ilegales, como el blanqueo de dinero.
El funcionamiento de una criptomoneda
Ahora pasaremos a explicar cómo funciona una criptomoneda, en especial, explicaremos el caso concreto de los bitcoins. Aunque he de advertir que es un concepto un tanto complicado de entender y de explicar …
Como su propio nombre indica, una criptomoneda se basa en la criptografía para mantener su integridad. De esta forma, mediante técnicas criptográficas de clave pública se consigue que la moneda sea segura, y junto con otra técnica que explicaremos a continuación, se consigue que ésta sea fiable y que su falsificación o duplicación sea extremadamente difícil.
Esta técnica recibe el nombre de blockchain, y es la encargada de mantener la integridad de la moneda y evitar que ésta se pueda falsificar o copiar. Blockchain no es más que una base de datos con todas las transacciones realizadas. De esta forma, si yo te mando 1฿, en el blockchain figurará cómo yo perdí 1฿ y tú ganaste uno. Pero antes dijimos que una criptomoneda era algo distribuido, y aún más, descentralizado. Entonces, ¿quién almacena esta base de datos?
Esta base de datos de transacciones es replicada en cada uno de los nodos de la red, de esta forma, habría una copia se seguridad de ella en cada nodo. ¿Y para cambiarla? A la hora de realizar una transacción sólo es posible hacerlo cuando la comunidad lo aprueba. De esta forma, se garantiza que el mismo bitcoin no pueda ser transferido a dos personas simultáneamente, pues en ese caso la comunidad aprobaría una de las transferencia, pero la segunda sería rechazada pues la propiedad ya habría cambiado. Además, blockchain asegura la integridad de esta base de datos de transacciones, pues en caso de que sea corrompida en un nodo o un nodo desaparezca, seguirán existiendo copias veraces de la misma en el resto de los nodos.
¿Cómo se «imprimen» las criptomonedas?
Sí, lo habéis adivinado, no hay una imprenta de criptomonedas como sí hay de euros y dólares. ¿Y cómo se crea entonces?
Para crear nuevas «monedas» lo que se hace es el proceso del minado. Esto consiste en realizar unos cálculos complejos para descifrar un nuevo bloque. Por norma general, cuantos más bloques se hayan descifrado ya, más difícil será descifrar nuevos bloques, aunque no tiene porqué cumplirse en todas las criptomonedas.
Entonces, ¿cualquiera puede crear sus propios «billetes»? Sí, pero no es una tarea fácil. Por ejemplo, en bitcoin un bloque equivale a 50฿ (lo cual actualmente son más de 100 000 euros), que sí, es mucho dinero, pero no es algo que una persona por sí sola pueda hacer. De esta forma se crean pools, que no dejan de ser grupos que juntan sus capacidades de cómputo y una vez resuelto el bloque reparten el dinero de manera que quien más haya aportado, más dinero recibirá.
Más allá de una simple moneda de cambio
Pero las criptomonedas no están diseñadas para quedarse ahí. Si bien hasta ahora estas vías aún no se han desarrollado, resultan bastante interesantes.
La primera y más sencilla consistiría en un nuevo método para realizar las transferencias tradicionales entre bancos. Actualmente para hacer una transferencia internacional de España a Estados Unidos, por ejemplo, primero se tiene que realizar un cambio de moneda, y después usar el protocolo SWIFT para realizar la transferencia entre ambos bancos. Si se empezara a usar una criptomoneda como el bitcoin para estas transferencias, éstas se harían mucho más sencillas y rápidas.
Pero sin duda lo que más promete es el hecho de que se pueda programar estas criptomonedas. De esta forma, en una empresa se puede transferir una cierta cantidad de dinero en criptomonedas programadas de tal forma que sólo se pueda emplear para comprar material de oficina, por ejemplo. Además de restringir por el tipo de uso que se le pueda dar a la criptomoneda, también se puede imponer una restricción en el tiempo, de forma que la moneda caduque.
Los bitcoins, la criptodivisa más popular
Sin duda, el bitcoin es la criptodivisa más popular. Actualmente ésta es usada por millones de personas, y a día de hoy se considera una moneda muy segura. Aunque, dado su uso en la deep web y en el famoso WannaCry, la gente menos experimentada ha perdido la confianza en ella.
Aunque si bien los bitcoins son ampliamente usados y son bastante seguros, tanto tecnológicamente como financieramente, tienen dos graves problemas. El primero es que la dificultad del minado incrementa exponencialmente, lo que hace que se esté volviendo muy difícil el encontrar nuevos bloques, y por tanto, se está convirtiendo en algo menos rentable. La segunda es que hay una cantidad finita de bitcoins que puede haber, lo que hace que en algún momento se puedan agotar, lo que llevaría a una situación más inestable (que por mi desconocimiento en temas financieros no voy a tratar).
Puedes hacer cambios de moneda con el iPhone fácilmente gracias a todas las aplicaciones que podemos encontrar en la App Store.
Aún así se trata de una moneda muy fiable, aunque cada vez más empiezan a salir alternativas. Un claro ejemplo es el de Ethereum, una criptodivisa que pretende solucionar los defectos previamente comentados.
Conclusión
Como podéis ver, se trata de un tema bastante denso, y que a mi me pareció bastante complicado de explicar. Espero haberlo dejado todo más o menos claro y que no haya metido la pata, pero aún así no deja de ser un tema realmente interesante y que hoy en día se encuentra en alza.
Por último, para finalizar con este artículo comentar que recientemente el multimillonario y cofundador de Microsoft, Bill Gates, ha declarado que según su punto de vista, en el año 2030 el 25% de las transacciones se realizarán usando criptomonedas.
¿Qué opinas? ¿Te parece una cantidad baja o alta? ¿Confías en las criptomonedas? ¿Os gustaría algún artículo en el que demos nuestra opinión o en el que expliquemos cómo se pueden usar?