Apple tiene un buen catálogo de iPhone en el mercado, pero siempre nos hacemos la típica pregunta de si comprarlo ahora que iPhone conviene más. La respuesta el clara, cómprate el que más te guste y el que puedas permitirte.
Apple hace un excelente marketing de manual, cuando lanzan un nuevo producto, tenemos la necesidad de actualizar el nuestro (en la mayoría de los casos). No sabemos el porqué, pero lo queremos.
En cada nueva versión nos ofrecen un porcentaje de rendimiento con el penúltimo iPhone para que el aumento sea más considerable. Juega con los datos en el rendimiento de batería sin dar especificaciones técnicas por un sencillo motivo.
Es más fácil convencer a un usuario que se ha saltado una generación u otro que acaba de comprar el terminal al cabo de unos meses. No digo que esté mal, todo lo contrario, saben aplicar muy bien estas técnicas, como he comentado antes, de manual.
Dependencia de un nuevo iPhone
Nos intentamos convencer a nosotros mismos de los beneficios que tendría actualizar nuestro terminal, del cual apenas disfrutado, sobre todo blindándolo con un protector de pantalla y varias fundas durante su periodo de vida.
Todo ello para sacarle el máximo beneficio a la hora de venderlo para adquirir un nuevo iPhone. Por supuesto, también para disfrutar de un terminal impoluto cuando hemos realizado una inversión que no ha sido barata realmente.
Si no lo tenemos en las primeras semanas de lanzamiento o el mismo día, empieza la desesperación y notamos incluso que nuestro iPhone actual está ya en las últimas. Parece que los primeros 15 días son cruciales para tomar la decisión o para tenerlo en casa. Nada que ver con la realidad.
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Cada novedad nos parece espectacular, aunque sea Animoji (que lo es), pero ya empieza a estar en nuestra órbita de cosas positivas para dar el salto, una novedad que nuestro teléfono actual no tiene y por una inexplicable razón, lo necesitamos.
Por supuesto, hay muchas más razones por las que querer cambiar un iPhone, desde la cámara o rendimiento para tareas existentes hasta el nuevo color. Da igual, cada cliente tiene sus motivos, pero sólo son algunos ejemplos para que nos entendamos, y seguramente, os sentiréis identificados.
Las tornas están cambiando
Ahora que hemos descubierto que los iPhone con una batería degradada, Apple aplicaba una obsolescencia programada. Quien no quiera verlo así es porque está ciego. Muchos clientes se han dado cuenta que realmente no les merece la pena actualizar su teléfono, ya que su funcionamiento vuelve a ser correcto una vez cambiada por 29 euros.
Así que esa dependencia ha comenzado a desaparecer, lo hemos visto con las últimas ventas de los nuevos dispositivos. Ojo, no es que sean un fracaso ni mucho menos, sólo que no están llegando al objetivo previsto, mientras que otros terminales como el 6s o 7 están teniendo unas ventas muy positivas, sobre todo en la campaña de navidad.
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Ahora los usuarios queremos una combinación de un teléfono espectacular con un precio más ajustado, ya no necesitamos más. Ya no perseguimos la última novedad. Ya sabemos el problema de rendimiento y como solucionarlo, con lo cual, para un uso normal, no necesitamos tener el último gama alta, porque los actuales, también ofrecen un rendimiento extraordinario con un precio extraordinario.
Ya me espero a la próxima generación de iPhone
Otra de las de las respuestas que solemos ver a diario cuando llega noviembre o diciembre, es: “Ya si eso me espero a la próximo generación”. El motivo principal de esto, suele ser porque “vendrá mejorado “x” novedad”.
Por supuesto que sí, y la próxima generación también, y la otra… Apple no es una ONG, es una empresa que quiere generar beneficios, así que lo normal es que saquen nuevas versiones de sus dispositivos. Por suerte, la regla general suele ser un año y no cada seis meses (hemos tenido excepciones).
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No hay necesidad de esperar a una nueva generación, disfruta de tu dispositivo, sácale el máximo partido posible y exprime todas sus bondades. Por supuesto, si estamos en septiembre, ahí si que deberíamos esperarnos. Primero porque los actuales iPhone bajarán de precio, segundo porque quizás te interese alguna novedad “revolucionaria” del nuevo iPhone.
Pero faltando varios meses o cuando apenas se ha lanzado el actual, no tiene ningún sentido, como bien dice David Hebrero, nunca sabemos que nos deparará el mañana. Así que si tienes oportunidad y te apetece comprar un nuevo iPhone, ve a por el. No le des más vueltas.
¿Qué iPhone es mejor?
El que cumpla tus expectativas y no te suponga un carga económica importante. Así de sencillo. No hay más. Apple pone en su página web los iPhone que tienen soporte y que van a rendir bien con los sistemas operativos actuales y los venideros.
Actualmente, tenemos una variedad de iPhone para todos los públicos, desde el que quiera un teléfono compacto y con buen rendimiento hasta el que busca un phablet de 5,5”. Todos ellos con precios distintos, según las necesidades y bolsillos de cada uno.
Como recomendación, intenta siempre comprar el último iPhone disponible, que te guste y que te puedas permitir. Simplemente porque si tienes tantas dudas, se entiende que será tu teléfono principal durante mucho tiempo, así que será mejor uno que pueda darte soporte por un tiempo prolongado.
Hay que tener una cosa clara, si Apple vende un iPhone (sea cual sea), es porque está optimizado para ofrecer una experiencia de usuario positiva. Apple no se arriesga a lanzar un dispositivo que no vaya a funcionar medianamente bien con el sistema operativo que toque en ese año y en la próximas versiones. Antes de eso, simplemente no permite actualizar el dispositivo.
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Que Apple haya hecho las cosas mal ocultando información relevante al cliente sobre el rendimiento de los iPhone, es otro tema distinto, del cual ya pidieron disculpas y están recibiendo varias demandas a nivel internacional.
Así que ya sabes, cómprate el iPhone que te de la gana, disfrútalo y sácale todo el partido posible.