Seguramente recordaréis la polémica que hubo hace un par de años de Apple con el famoso «Error 53» en los iPhone. La cuestión es que los usuarios que realizaban una reparación en un centro no autorizado o por ellos mismos, les impedía actualizar a versiones posteriores de iOS a través de iTunes. Todo esto, sin que el propio cliente lo supiera.
Cuando saltó la voz de alarma, Apple afirmó que no se trataba de un error en sí, todo lo contrario. Era una medida de seguridad que impedía cambiar componentes tan delicados en materia de seguridad como el Touch ID sin el personal autorizado o cualificado.
Esto desencadenó la furia de muchos clientes, llegando incluso a realizar demandas colectivas. los californianos lanzaron una pequeña actualización de iOS para apaciguar el ambiente y finalizar con el famoso «Error 53». A pesar de ello, esto no quedó ahí.
El desenlace del «Error 53» de Apple en Australia
Australia decidió investigar a Apple por este hecho. Ahora ha interpuesto una multa de 6 millones de dólares por no advertir a los usuarios y por incentivar la compra de nuevos terminales al no ofrecer una solución. Estados Unidos también se sumó con una demanda colectiva, pero fue rechazada.
Apple actuó rápidamente cuando la noticia empezó a expandirse, incluso ofreció a los clientes un reembolso si habían decidido adquirir un nuevo iPhone a modo de compensación. Un buen gesto, pero que sin duda podrían haberse ahorrado si hubieran mantenido una política de los productos de manera transparente. Como ya ocurrió con el famoso caso de las baterías.
Según las últimas informaciones, Apple deberá pagar unos 6 millones de dólares por inducir a los clientes a comprar un nuevo terminal, ya que en teoría, no podían gestionar la reparación oficial al haber sido manipulado por un centro no autorizado o por ellos mismos. Así lo ha decidido la Australian Consumer and Competition Commision (ACCC) en estos días.
¿Qué te parece la medida otorgada por Australia? ¿Crees que la multa es justa?