En un post publicado en Apple 5×1 hace unas semanas, os contaba los motivos por los que me parecía excesivo el tamaño del iPhone 7 Plus. En dicho post os comentaba también que pronto lo cambiaría por un iPhone 7, el cual ya es mío desde hace casi dos semanas. En este artículo os explicaré mi experiencia con el cambio de un terminal de 5,5” a uno de 4,7”.
Al final, es cierto: el tamaño importa
El tamaño de un iPhone es importante. En aquel post mencionado valoraba cuanto de importante era el tamaño de un móvil y más aún del iPhone sabiendo que aún los marcos siguen siendo demasiado grandes.
12 días son los que llevo con mi iPhone 7. En un color negro mate precioso, también he de decirlo. El hecho de pasar también del plateado a este color es un punto más que positivo para mí, ya que en su momento también valoré la opción de comprar mi 7 Plus en ese color, aunque me acabé decantado por el plateado.
Desde el primer momento que sostuve mi nuevo terminal supe que, sin duda, era el teléfono más adecuado para mí. Sus dimensiones son perfectas para el manejo a una mano y no os imagináis la satisfacción que me produce poder guardarlo en cualquier bolsillo sin que sobresalga o note su peso. Para los más fans de Los Simpsons va esta frase y es que con mi iPhone 7 en el bolsillo es como si no llevara nada.
Volviendo al tema del color, pienso que el tener un móvil con la parte frontal en negro hace que parezca más grande y cubra los excesivos marcos, ya que cuando está bloqueado o apagado apenas puedes diferenciar que parte es pantalla y cuáles son los marcos.
Algo que reclamaba a Apple era un terminal con un tamaño medio entre el de 4,7 y el de 5,5 pulgadas, ya que mientras uno me parecía muy grande, el otro muy pequeño. Pero a día de hoy, y desde el primer momento que utilicé mi iPhone 7, estoy convencido de que el tamaño pequeño es perfecto y aunque un poco más grande no estaría mal, creo que es suficiente con las 4,7 para aquellos que, como yo, se les hace difícil el manejo del grande.
(Casi) idéntico rendimiento
Este es uno de los apartados que más me preocupaba. No en si el rendimiento del teléfono, ya que tanto el iPhone 7 como el 7 Plus usan el mismo microprocesador. Lo que me preocupaba era la batería, y si es cierto que se nota que es menos potente pero no es ni de lejos una diferencia abismal.
Según Apple la diferencia entre ambos en batería puede llegar a las 2 horas, algo que según mi experiencia debo desmentir y es que, aunque ahora me cuesta un poquitín más llegar al final del día, llego sin problemas como ya hacía con el 7 Plus.
El manejo que hago del teléfono es el mismo que venía haciendo. Gestionar mi agenda personal, redes sociales, llamadas y visualizar contenido multimedia de vez en cuando. La fluidez del teléfono y la experiencia que noto es idéntica a la que experimentaba con el 7 Plus. Insisto en que llevan el mismo microprocesador, y eso influye en este apartado. Además de que, al igual que con el otro, cuento con 128Gb de memoria que me hacen me dan mucha libertad.
Sorpresa con la cámara del iPhone 7
Perder el modo retrato que tenía en mi iPhone 7 Plus gracias a la doble cámara, era algo que me entristecía bastante. Más por el hecho de no tener esa opción si la preciso, que por utilizarla, por qué en realidad tampoco es que le diera un uso importante a esta función.
También dudaba de si la cámara del iPhone 7 en modo normal podría llegar a satisfacerme como lo hacía el Plus y la verdad es que la cámara me ha sorprendido… para bien, para muy bien. La calidad de la cámara del iPhone 7 es brutal y sigo haciendo el mismo tipo de fotos que hacía antes y apenas noto la diferencia.
Conclusión
El motivo principal, y diría que único, por el que pase del iPhone 7 Plus al iPhone 7 era el tamaño y he de decir que estoy bastante satisfecho con el cambio. Me he adaptado tan rápido y tan bien a mi nuevo teléfono que ahora me sorprende cuando algún amigo me presta su Plus y lo tengo en mis manos. Lo veo tan grande y aparatoso que pienso, ¿En serio he podido manejar yo este móvil durante 6 meses?
En definitiva y al margen del tamaño, las diferencias entre ambos dispositivos me parecen escasas o al menos no suficientes para que yo eche de menos mi anterior móvil. Estoy encantado y creo que nunca he estado tan contento con un terminal. Si alguien está en una situación similar a la que estuve yo, mi consejo es claro: cámbialo.
Te invito a que si has tenido oportunidad de probar ambos dispositivos nos des tu punto de vista y tu experiencia en los comentarios.