El FBI ha tenido acceso al terminal de un sospechoso de abusar de menores. Para desbloquear el iPhone mediante el código de seguridad o la huella dactilar hace falta una autorización judicial, pero sobre el reconocimiento facial (Face ID), parece ser que hay un vacío legal del cual aprovecharon los agentes para adelantar la investigación.
Face ID es la apuesta de Apple para preservar la seguridad de nuestros datos a través del iPhone. Gracias a este a nuestro rostro, no hace falta utilizar las manos para desbloquear nuestro iPhone o nuestras aplicaciones con material sensible, por ejemplo, el acceso a nuestro banco.
Los agentes del FBI no pudieron obligar al sospechoso de dar el código de seguridad hasta que no tuvieran una orden judicial, tampoco podrían haberlo hecho mediante la huella dactilar, pero en este caso, estaban ante uno de los últimos terminales de Apple.
Hecho que ayudó a verificar los indicios del sospechoso, ya que encontraron material de pornografía infantil que lo delató rápidamente y pudieron actuar sobre la causa. Siguiendo la investigación en diferentes equipos electrónicos usados por el sospechoso, como su ordenador personal.
Face ID ayudó a detener rápidamente a un sospechoso
Cuando accedieron al iPhone, los agentes pudieron verificar como el sospechoso almacenaba material pornográfico infantil. Gracias a esta pronta verificación, los agentes tuvieron pruebas para incriminarle y pedir una orden judicial para acceder al resto de los datos mediante un software forense del cual se necesitaba el código de seguridad.
Apple es bastante celosa con la privacidad de sus clientes, algo que es de agradecer. No tanto para las autoridades, aunque Apple suele colaborar en gran medida para esclarecer los crímenes cuando se le requiere el acceso a los terminales, no siempre acceden a ello por diferentes cuestiones.
Es por ello que la famosa “caja mágica” Gray Key tuvo rápidamente un cierto éxito entre las fuerzas y cuerpos de seguridad de algunos países. Esta caja permite desbloquear (según sus creadores) cualquier iPhone en un tiempo que puede variar desde segundos hasta días.
Apple respondió rápidamente con una actualización de software del cual bloquea el acceso a cualquier dispositivo USB conectado a un iPhone después de una hora sin desbloquease. Esto permite que sólo se pueda cargar la batería del dispositivo, pero no la transferencia de datos.