Recordamos el trágico suceso ocurrido en San Bernardino en 2016, donde un terrorista asesinó a 14 personas y el FBI creía que dentro de su iPhone 5c podía contener información vital para esclarecer el suceso.
El FBI pidió ayuda a Apple para desbloquear el iPhone, ya que el asesino tenía un sistema de seguridad en su dispositivo, donde al cabo de 10 intentos fallidos, este se bloquearía por completo.
Apple se negó haciendo referencia a la seguridad de sus dispositivos, ya que se pondría en riesgo la seguridad de su sistema.
Esto no le gustó al FBI, donde contrató a un proveedor externo que le facilitó una herramienta para desbloquear con éxito el terminal. La factura rondó los 900.000 dólares, aunque esta cifra no se llegó a confirmar por parte del FBI.
La Justicia se pronuncia a favor del FBI
Varios medios de comunicación demandaron al FBI para que hiciesen pública la herramienta y el nombre del proveedor que les había ayudado a desbloquear el iPhone 5c. La prensa decía conocer la identidad, pero necesitaban que la información fuese pública para poder publicarla.
La juez Tanya Chutkan, encargada del caso, dio la razón la FBI al no tener que obligarles a revelar la información sobre cómo habían alcanzado con éxito dicho procedimiento. La juez declaró que:
Es lógico y posible que el proveedor sea menos capaz que el FBI de proteger su información propietaria de un ciber ataque”. Donde añadió, “Por lo tanto, la conclusión del FBI que revelar el nombre del proveedor al público podría poner en riesgo los sistemas del proveedor, y también información crítica de la tecnología, es razonable”.
En un principio, se comunicó que la herramienta comprada sólo funcionaría en los modelos 5c que tuvieran iOS 9 instalado, donde no sería posible la ejecución de la misma herramienta en otro modelo de iPhone.
En España tuvimos un caso parecido, concretamente en la extraña desaparición de Diana Quer. En esta ocasión, su iPhone 6s fue localizado dos meses después es una ría gallega por parte de una mariscadora. La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación, donde gracias a una empresa Israelí se pudo obtener la información del iPhone, previo pago de 2.000 euros.
¿Crees que la información del proveedor debería ser pública? ¿Actuó Apple correctamente al no crear una puerta trasera?