Si algo debe generar auténticos quebraderos de cabeza en el departamento de logística de Apple cada verano, ese algo es empezar a producir los iPhone que van a vender en septiembre. Este año, serán los iPhone 16. Básicamente porque tienen que coordinar un montón de fábricas, decenas de miles de trabajadores, en diversos países y con regulaciones diferentes, para que salgan 100 millones de unidades de iPhone en perfecto estado y exactamente iguales en acabados y en colores. Ahora, Apple está trabajando en dotar a las líneas de producción de procesos automáticos realizados con máquinas que coloquen botones, altavoces o la placa base directamente en el chasis, sin intervención humana.
Ensamblar un iPhone es un proceso muy complejo. Tiene muchas piezas, muchos tornillos —de tamaños y formas diferentes—, componentes y demás. Es algo para lo que hace falta saber mucho y, con un mínimo fallo, se puede hacer que se estropee el iPhone y se vuelva inservible. Por ello, prácticamente la totalidad de los dispositivos Apple que se fabrican están encargados a la empresa especializada Foxconn. Los de Cupertino no tienen fábricas como tal, sino que diseñan sus productos y trabajan con empresas como esta o como Flextronics para optimizar la fabricación acorde a las necesidades de los californianos.
La idea está bien, la ejecución no tanto
Ahora, The Information ha revelado en un nuevo informe que Apple está queriendo hacer cambios a la forma en la que funcionan estas líneas de producción. Sabih Khan, el vicepresidente senior de operaciones de Apple, instruyó a su departamento en 2022 que redujesen en un 50% el número de personal necesario para ensamblar los iPhone, entre otros productos de la compañía. La reacción evidente de las personas que se encargaron de llevar a cabo esta instrucción fue la de trabajar con Foxconn para introducir automatizaciones en la cadena de producción, de modo que se pudiese prescindir de algunos de sus trabajadores. De hecho, al parecer, ya la producción del iPhone 15 tuvo muchas partes de maquinaria que no requería personal. Sin embargo, han tenido que cancelar algunas de estas automatizaciones, si se pueden llamar así, porque tienen un ratio de errores muy alto:
“Este año, Apple trató de aprovechar algunos de sus avances en automatización utilizando máquinas para instalar los botones, el receptor, el altavoz y la placa base del iPhone en su chasis, según tres personas que han trabajado en la cadena de suministro de Apple. Pero las máquinas dieron problemas a la hora de fijar correctamente esos componentes, que tienen que atornillarse con cuidado en ángulos raros.”
Está claro que es un buen ejercicio para mejorar las condiciones de los trabajadores, optimizar costes y recursos, y acelerar la producción. Ahora falta por ver cómo de efectiva es la puesta en marcha de esto. De momento está habiendo algún que otro fallo, y no parece que vayan a llegar a tiempo de solucionarlos para la producción de los iPhone 16, que debe estar a nada de empezar. Quién sabe si con el iPhone 17 la historia será otra. De momento, la idea bien, la ejecución no tanto.