Este fin de semana pudimos ver como Tim Cook y Donald Trump se encontraban en La Casa Blanca para una cena informal con el objetivo de hablar sobre los aranceles económicos que ha impuesto el gobierno federal a las exportaciones chinas, afectando de manera directa a la compañía de Cupertino. El CEO de Apple sacó toda su labia al parecer para defender que esta medida perjudicará seriamente a la competitividad de la compañía frente a otros gigantes tecnológicos como Samsung.
Esta exposición de argumentos por parte de Tim Cook parece ser que gustó mucho a Trump tal y como se pudo ver en una entrevista posterior que concedió Trump a los medios de comunicación.
Donald Trump destaca su relación con Tim Cook
El presidente de los EEUU se caracteriza por no cortarse lo más mínimo y en esta entrevista afirmó que la relación que tiene con Tim Cook es única ya que siempre que hay un problema el CEO de Apple le telefonea directamente y confía que en el futuro siempre que ocurra algo va a acudir a el. Esto sin duda es una indirecta a otros grandes ejecutivos del país con los que no tiene tan buena relación.
Trump habló también de otros ejecutivos tecnológicos afirmando que «Él [Tim Cook] me llama y otros no. Otros salen y contratan consultores muy caros. Tim Cook llama a Donald Trump directamente». Sin duda esto es sorprendente ya que sabemos que la ideología de Tim Cook dista mucho de la de Trump en muchas políticas pero al parecer siempre que tiene un problema acude a La Casa Blanca que al final es lo que tiene que hacer.
Si desde el gobierno federal te imponen una tarifa que puede perjudicar seriamente tu economía, lo más coherente es ir a Washington a debatirlo y no criticarlo desde la distancia y esto es sin duda un muy buen gesto por parte del máximo responsable de Apple.
En esta misma entrevista Trump informó como ya hablamos de que Cook le expuso que estos aranceles reduciría la competitividad de Apple frente a otros gigantes tecnológicos como Samsung que al producir en Corea no debe de pagar ningún tipo de arancel. El presidente al parecer fue muy comprensible con la situación ya que dijo «Tengo que ayudarlo a corto plazo, porque es una gran compañía estadounidense».
Es posible que al final no se termine aplicando ningún tipo de arancel a los productos de Apple como a los futuros iPhone. De momento el 1 de septiembre se aplicará el 10% de arancel a productos como los AirPods, Apple Watch o a los iMac. Esto sin duda afectará a las cuentas de la compañía y también podría repercutir en los empleos que ofrece a los estadounidenses, algo que para Trump es inviable sabiendo lo patriota que es.
Deberemos de esperar a futuros movimientos por parte de la administración aunque estas afirmaciones del Presidente nos deja ver que al final la compañía de Cupertino podría ir mucho más desahogada económicamente.
Déjanos en la caja de comentarios qué opinas de estas declaraciones de Trump.