Apple siempre se presenta como una de las compañías que más aboga por la privacidad de los datos de cada uno de sus usuarios, y aunque su enfoque es más respetuoso en este sentido que el de el resto de fabricantes, lo cierto es que también recopila una cantidad considerable de datos sobre ti. Lo importante es saber cuáles son, cómo se usan y, sobre todo, qué puedes hacer para controlarlos.
Es por eso que en este artículo te explicamos detalladamente qué datos tuyos se queda Apple y lo que puedes hacer por evitarlo o, al menos, reducir la cantidad que información que los chicos de Tim Cook manejan sobre ti.
¿Qué datos recopila Apple?
Cada vez que enciendes un iPhone, Apple comienza a recolectar información sobre tu uso del dispositivo. Esto incluye datos como la ubicación, el tiempo que pasas en pantalla, los patrones de uso de aplicaciones, tu actividad física (si usas el Apple Watch), las búsquedas en Safari, las canciones que escuchas, los dispositivos a los que te conectas y hasta tu voz, si utilizas Siri. Buena parte de estos datos se almacenan localmente o en iCloud, y en teoría no se asocian directamente con tu identidad gracias a técnicas como el ‘differential privacy’. Pero eso no significa que la compañía no tenga acceso a una imagen bastante clara de tu comportamiento.
Por ejemplo, Siri aprende tus rutinas para ofrecerte sugerencias más precisas, y Mapas memoriza los lugares que visitas con frecuencia para anticipar rutas. La App Store utiliza tu historial de descargas para recomendarte nuevas aplicaciones. Incluso cuando desactivas los servicios de localización, el sistema sigue recogiendo datos de redes Wi-Fi o torres móviles para mejorar ciertos servicios, algo que no siempre es evidente para el usuario.
Uno de los aspectos más desconocidos es el registro de interacciones con los servicios técnicos. Si alguna vez has contactado con el soporte de Apple, esa conversación queda registrada, junto con los diagnósticos enviados desde tu dispositivo de forma automática si tienes activada la opción de compartir datos de análisis.
El punto positivo es que Apple permite al usuario acceder a casi toda esta información y ofrece herramientas para limitar su recolección. Desde la web de privacidad de Apple puedes solicitar un informe completo de todos los datos asociados a tu ID de Apple, incluyendo correos, dispositivos vinculados, compras, datos de salud y más. Además, en Ajustes > Privacidad y seguridad puedes gestionar de forma individual los permisos de cada app, decidir qué datos compartes con Apple y desactivar funciones como la personalización de anuncios o los análisis de uso.
También tenemos que mencionar el seguimiento publicitario. Aunque Apple no muestra anuncios personalizados al nivel de Google o Meta, sí tiene una red publicitaria propia dentro de la App Store, de Apple News y o de la app Bolsa. Puedes desactivar la personalización de estos anuncios desde los ajustes de privacidad, aunque seguirás viendo publicidad, solo que menos segmentada.
Así que no, Apple no es inocente en el manejo de datos, pero al menos hace gala de mayor transparencia y control que la mayoría de competidores. La clave está en conocer qué se recopila, revisar periódicamente los ajustes de privacidad y asumir que en el mundo digital, incluso cuando el discurso es “privacidad ante todo”, siempre hay una letra pequeña.