
Puede sonar extraño, pero sí, muchos presos en Estados Unidos tienen acceso a iPads o tabletas, algo que puede que hayas escuchado alguna vez. No es un lujo ni una herramienta para entretenerse sin más. En realidad, forma parte de un programa que intenta modernizar el sistema penitenciario y facilitar la reinserción social y educativa de los internos (aunque traiga polémica).