Cada vez los teléfonos móviles son más grandes y que, tras varios intentos por parte de algunas compañías de sacar dispositivos más compactos, estos no han terminado de calar entre los clientes, pero, ¿por qué la gente no quiere teléfonos pequeños? En este artículo lo vamos a ver.
El iPhone no es solo un móvil
Hace tiempo que los dispositivos de Apple y de toda la industria tecnológica actual cumplen muchas más funciones de las que realizaban hace 15 años, debido a que, prácticamente pueden hacer de todo, desde trabajar con él, hasta consumir tu serie favorita e incluso comunicarte con tus familiares a través de videollamada.
En este sentido, las grandes pantallas facilitan la navegación en Internet, la lectura de textos y la realización de tareas que requieren una visualización detallada. Todas estas opciones son mucho más complicadas de ejecutar con un dispositivo pequeño, un dispositivo de pantalla pequeña, y, por tanto, la gente no lo considera un producto atractivo, ya que, no responde a sus necesidades actuales.
Batería y hardware
La batería es otro factor clave a la hora de decantarse por los teléfonos grandes, debido a que, los teléfonos pequeños tienen menor autonomía y como resultado, si eres un usuario que tiene un uso intenso con el, es posible que no tengas autonomía para echar todo el día.
Evidentemente, su chasis pequeño, supone una menor batería, pero también supone más limitaciones. Por ejemplo, los iPhone 12 mini no podían portar tres cámaras por cuestiones de espacio, por lo que, hay un segmento de mercado que queda completamente fuera de este. Asimismo, las pantallas, si son pequeñas, son menos precisas y más difícil de usar, por lo que, los usuarios prefieren teléfonos más grandes, aunque sacrifiquen un poco la portabilidad.
Por último, las aplicaciones también necesitan cada vez una pantalla más grande, por el hecho de que, muchas personas ahora utilizan sus teléfonos móviles como dispositivos multiusos, que reemplazan a otros dispositivos electrónicos, como cámaras digitales, reproductores de música y sistemas de navegación GPS. Los teléfonos más grandes y potentes pueden satisfacer mejor estas necesidades al ofrecer una variedad de funciones y capacidades que los teléfonos más pequeños y compactos no pueden proporcionar.
Multitarea y productividad
La sociedad es cada vez más productiva y, por tanto, cualquier momento es un útil para responder correos electrónico o editar alguna fotografía de forma profesional. En este sentido, los teléfonos más grandes y potentes permiten a los usuarios realizar más tareas al mismo tiempo y con mayor eficacia. Otro motivo de peso es que, los dispositivos más grandes y potentes ofrecen una mayor capacidad de almacenamiento y memoria, lo que permite a los usuarios guardar y acceder a una mayor cantidad de información.
A modo de conclusión, conforme la tecnología avanza, los usuarios también lo hace e incluso, las mismas personas que compraban un teléfono pequeño hace 10 años, ahora no quieren ese tipo de dispositivos. Los teléfonos grandes no son una moda, sino que responda a las necesidades de los usuarios y los diferentes hábitos de consumo que tienen los usuarios en el día a día. El teléfono pequeño ha muerto, larga vida al teléfono grande.
Déjanos en los comentarios si crees que se volverá a la moda de los teléfonos pequeños.