Las ventas del iPhone 11 podrían bajar un 10%, pero por una razón de peso
Apple anunció recientemente sus resultados económicos referentes a los tres últimos meses de 2019. En ellos comprobamos que las ventas del iPhone 11 habían ido muy bien, superando la desaceleración sufrida por los iPhone XS un año antes. Sin embargo este trimestre en el que nos encontramos podría suponer un varapalo para la compañía y no por culpa de sus terminales, sino de un componente externo de suma importancia.
El coronavirus, nuevamente, afecta a Apple
Más allá de los avances científicos contra el coronavirus chino, lo cierto es que existe una alarma sanitaria bastante alta que está haciendo que buena parte de la actividad empresarial de China se paralice. Como si de un dominó en el que van cayendo fichas se tratase, Apple es una de las damnificadas por esto. Por todos es sabido que, al igual que otras grandes compañías, gran parte de sus productos son fabricados en este país.
Hace varias semanas nos hacíamos eco de la posibilidad de que el iPhone 9, la hipotética segunda generación del iPhone SE, se viera retrasada precisamente a causa del coronavirus. Por esto mismo nos encontramos ahora con que los ya lanzados iPhone 11 sufrirán una desaceleración en ventas durante los próximos meses. ¿El motivo? La ralentización de las fábricas chinas a la hora de ensamblar y enviar los iPhone 11 a los distintos países donde está a la venta.
El stock del que dispone Apple para sus buques insignia son altos, pero no eternos. La alta demanda existente en todo el mundo está haciendo que los pedidos a fábricas aumenten de forma considerable. No obstante en las últimas semanas hay cierto retraso producción por la incertidumbre del coronavirus. Esto, según ha pronosticado Ming-Chi Kuo, se traduciría en bajadas del 10% en las ventas respecto al trimestre pasado.
¿Fabricas en otros países? ¿Y el resto de dispositivos?
El año pasado se empezaron a conocer los primeros avances de Apple en India respecto a la apertura de nuevas fabricas en las que llevar a cabo gran parte del ensamblaje de productos como el iPhone. De hecho ya existían plantas en las que se fabricaban modelos más antiguos. En este momento ya han comenzado a fabricarse por primera vez algunos componentes como circuitos impresos que llevan dispositivos como el iPhone XR. Sin embargo, es pronto para trasladar toda la producción a este país pese a los malos augurios a causa del virus chino.
El retraso de la fabricación del iPhone podría ser sin embargo un mal menor para Apple si tenemos en cuenta el resto del catálogo. Otros dispositivos ya lanzados al mercado como el iPad 2019 o el Apple Watch Series 5 tienen una menor demanda que ayuda a que haya menos prisas en su producción, pero no así para los productos que serán lazados próximamente. Algunos accesorios como el Apple Tag e incluso la esperada cuarta generación del iPad Pro podrían estar al caer, por lo que el tiempo apremia a Apple y a sus fábricas.
Así pues nos encontramos en una situación compleja para la compañía de Cupertino, con escaso margen de maniobra y con un calendario de lo más apretado. Tendremos que esperar a los meses de marzo y abril para comprobar como ha evolucionado este asunto y si finalmente la compañía ha sufrido pérdidas por la venta de iPhone 11 y si ha sido capaz de lanzar a tiempo nuevos dispositivos.