WhatsApp está dando un paso importante hacia el futuro de la inteligencia artificial sin comprometer la privacidad, o al menos eso promete. La aplicación de mensajería propiedad de Meta ha anunciado la incorporación de una nueva tecnología llamada «Private Processing», un sistema que, según ha explicado la propia compañía, se basa en el mismo enfoque que Apple introdujo con «Private Cloud Compute».
La idea de Meta es ofrecer funciones de inteligencia artificial como resúmenes de mensajes o sugerencias de redacción, sin que Meta pueda leer una sola palabra de tus conversaciones.
Meta AI es responsable con tus datos
Apple fue la primera en emplear este concepto con sus funciones de Apple Intelligence, donde el procesamiento de datos se realiza, siempre que sea posible, en el propio dispositivo del usuario. Y si la tarea requiere más potencia, se deriva a sus servidores PCC (Private Cloud Compute), diseñados específicamente para garantizar que los datos personales estén cifrados de extremo a extremo y se borren por completo tras el procesamiento. Nada queda almacenado. Es como si la información nunca hubiera existido, y lo mejor de todo es que la propia Apple permite que investigadores independientes verifiquen que eso es así.
Pues bien, ahora Meta ha decidido seguir ese mismo camino. Y no es casualidad. La compañía lleva años arrastrando una dudosa reputación respecta al tratamiento de los datos personales. Por eso, al añadir recientemente un chatbot de inteligencia artificial en WhatsApp, visible con un logo circular de Meta AI en la pantalla de chats o mediante una barra de búsqueda renovada, muchos usuarios reaccionaron con recelo, ya que no puede eliminarse.
El problema es que para que un chatbot pueda resumir tus conversaciones, necesita poder leerlas. Y eso, en un entorno tan privado como WhatsApp, despierta todas las alarmas. Es aquí donde entra en juego «Private Processing», una infraestructura de computación confidencial basada en lo que Meta denomina un «Trusted Execution Environment», y que replica la lógica de Apple: procesamiento en la nube, pero sin dejar rastro. Los mensajes no se almacenan ni siquiera de forma temporal, y una vez terminado el trabajo, la información desaparece sin posibilidad de recuperación.
Apple: la primera en hacerlo
Meta asegura que esta tecnología cumple con dos principios clave: el procesamiento sin estado (stateless processing), que impide el acceso a datos pasados una vez finalizada la sesión, y la seguridad progresiva (forward security), que evita que cualquier ataque pueda comprometer conversaciones anteriores. Además, han prometido que tanto usuarios como expertos en ciberseguridad podrán auditar el sistema para verificar que las promesas se cumplen.
A pesar del escepticismo que pueda generar cualquier anuncio de privacidad por parte de Meta, la implementación exacta de los mismos estándares que Apple ha desarrollado y publicado de forma abierta es un gesto importante.
El tiempo y las auditorías independientes dirán si Private Processing es tan seguro como aparenta, pero la intención está clara: Meta quiere demostrar que puede jugar en la misma liga que Apple cuando se trata de proteger los datos de los usuarios, incluso mientras introduce inteligencia artificial en sus servicios. Y aunque cueste creerlo, esta vez parece que lo están haciendo bien. ¿Será suficiente para que los usuarios bajen la guardia?