El apagón histórico que vivimos ayer en España dejó a millones de personas sin electricidad, sin internet y, en muchos casos, también sin cobertura móvil. Un escenario inesperado que obligó a apagar las pantallas del televisor, dejar de lado el teletrabajo y hasta renunciar al scroll infinito de las redes sociales.
Pero no todo fue caos ni desesperación: si tienes un iPhone y no sabes cómo aprovecharlo, incluso una desconexión forzada puede ser una oportunidad para resetear tu vida digital. Te cuento desde mi experiencia qué hacer en estos casos para tener el dispositivo siempre ordenado.
Qué hacer con el iPhone sin internet
Eso fue exactamente lo que hice yo. Con la red caída y la batería del iPhone 13 Pro Max bien cargada, me enfrenté a una de esas tareas que siempre pospongo: limpiar la app de Fotos. Porque, seamos honestos, todos acumulamos cientos o incluso miles de imágenes duplicadas, capturas de pantalla absurdas, memes que ya no hacen gracia y fotos borrosas que nunca debieron ver la luz. Así que me puse manos a la obra.
Sin distracciones, sin notificaciones ni correos por leer, por fin tuve la calma necesaria para organizar la biblioteca de fotos. Eliminé algunas, marqué como favoritas las importantes, creé álbumes por temas y liberé espacio de esta manera. Y no solo me sirvió para limpiar la galería del iPhone, sino que también hice una especia de viaje al pasado, viendo aquellas fotos que ya ni recordaba, al mismo tiempo que recupero algo de almacenamiento, que nunca viene mal.
Pero no me quedé ahí. También aproveché para darle un buen lavado de cara a mi iPhone. Cambié el fondo de pantalla, estableciendo una colección de 6 fotos que van rotando a lo largo del día, reorganicé los iconos de inicio y agrupé las apps que realmente uso en una sola página, dejando otra exclusivamente para widgets. Incluso desinstalé aplicaciones que llevaba tiempo sin abrir. Porque ese apagón también fue un buen momento para reflexionar sobre qué uso le doy al móvil y si de verdad necesito tantas herramientas, tantas alertas y tantos accesos rápidos.
A veces nos olvidamos de que el iPhone también puede ser un espacio de calma, no solo de ruido constante. Rediseñarlo a tu gusto, personalizarlo de verdad, puede ser más satisfactorio de lo que parece. Y con un poco de tiempo disponible nos vale para poder llevarlo a cabo (y ayer fueron casi 12 horas).
Y como no todo va de pantallas, también hubo espacio para lo esencial. Estuve con mi familia, leí un rato en papel, salí a dar un paseo por el barrio sin el zumbido constante de la ciudad hiperconectada, hice unas cuantas fotos al atardecer, y más. Fue un parón forzoso, sí, pero también una pausa necesaria para recordar que la vida no depende exclusivamente de estar conectado a internet. Que las pequeñas cosas también forman parte del presente.
Así que, si alguna vez vuelves a quedarte sin cobertura y sin luz, no entres en pánico. Tu iPhone sigue siendo útil, incluso sin conexión. Haz limpieza, organiza, personaliza y, sobre todo, recuerda que también puedes desconectar de verdad.