Cada año Apple lanza nuevos modelos de iPhone que llegan al mercado con precios que no dejan indiferente a nadie. Superar la barrera psicológica de los 1.000 euros ya no es noticia, más bien sucede al contrario. Lo que sí sorprende es el crecimiento del mercado de los iPhone reacondicionados, que ya se ha consolidado como una alternativa real para quienes quieren un dispositivo de gama alta sin dejarse una fortuna.
Pero, ¿merece realmente la pena comprar un iPhone reacondicionado en pleno 2025? ¿Qué te llevas a cambio de ese ahorro? ¿Y qué riesgos corres?
iPhone reacondicionado y de segunda mano, ¿es lo mismo?
Un iPhone reacondicionado no es lo mismo que uno de segunda mano. Mientras que este último lo vende directamente su propietario, el reacondicionado pasa por un proceso de revisión, limpieza y reparación, generalmente llevado a cabo por Apple o por empresas especializadas. La diferencia clave está en la garantía: los reacondicionados suelen ofrecer entre 1 y 2 años de garantía, dependiendo del vendedor y del país, y se venden con accesorios. En otras palabras, es un iPhone usado que pasa por un riguroso control técnico para asegurar que está en perfecto estado.
Lo más atractivo, sin duda, es el precio. En 2025, se pueden encontrar modelos como el iPhone 13 o el iPhone 14 por menos de 600 euros en plataformas oficiales como la web de Apple o en tiendas como Back Market o Amazon Renewed. Estos dispositivos aún tienen varios años de actualizaciones por delante, un rendimiento más que suficiente para cualquier tarea, y compatibilidad con las últimas funciones de iOS, como widgets interactivos, funciones de inteligencia artificial y mejoras de cámara. La experiencia de usuario, en muchos casos, es indistinguible de la de un iPhone recién salido de fábrica.
Sin embargo, no todo es perfecto. Aunque Apple pone a la venta sus propios reacondicionados con piezas originales y baterías nuevas o con capacidad superior al 80%, algunos proveedores terceros utilizan componentes no oficiales, lo que puede afectar al rendimiento, a la duración de la batería o incluso a futuras actualizaciones de software. Además, algunos reacondicionados pueden presentar pequeñas marcas de uso o detalles que no se aprecian hasta tener el móvil en la mano. Por eso, elegir una tienda de confianza es tan importante como comparar precios.
Revisa la salud de la batería
Otro aspecto a tener en cuenta es la batería. Aunque muchos reacondicionados incluyen una batería revisada, no siempre es nueva. Si se opta por un modelo con una batería algo degradada, puede que sea necesario cambiarla en un año o dos, lo que supone un gasto adicional de unos 100 euros en el servicio técnico oficial. Por ello, es recomendable comprobar que el dispositivo incluye una batería nueva o, al menos, que el porcentaje de salud es superior al 85%, para garantizar una buena autonomía.
Lo que pocos mencionan es el impacto medioambiental positivo que supone comprar un iPhone reacondicionado. Elegir uno de estos dispositivos reduce la demanda de producción de nuevos terminales, con la consiguiente disminución en la extracción de materias primas y en la huella de carbono.
Por tanto, la clave está en saber dónde comprar, revisar la garantía y asegurarse de que el modelo elegido aún tiene recorrido. Porque no se trata solo de tener un iPhone, sino de tenerlo sin renunciar a la tranquilidad y sin pagar más de lo necesario.