Apple tiene multitud de productos y accesorios que son resistentes al agua. Pero la resistencia al agua de un dispositivo suele venir acompañada de matices. Es muy importante saber hasta qué punto, un iPhone, un Apple Watch o unos AirPods tienen resistencia, para así, no darles un uso excesivo o sobrepasando los límites de exposición recomendados. Así que en este post te contamos los detalles.
Resistente al agua no es lo mismo que sumergible
Para que un dispositivo sea sumergible, este ha de ser resistente al agua. Pero esa resistencia no solo se limita a evitar que el agua entre dentro de los componentes internos. También debe ofrecer resistencia hasta unos determinados metros de profundidad, tener una construcción que soporte altas presiones, o algún sistema que sea 100% estanco y que aísle por completo la electrónica, de una manera muy fuerte y resistente.
¿Qué ocurre con los AirPods? ¿Son resistentes al agua o son sumergibles? ¿Puedes nadar con ellos? Empecemos por el principio: no todos los AirPods ofrecen resistencia al agua. Y el hecho de que esos AirPods en concreto sean resistentes al agua, no implica que sus estuches de carga lo sean también. Una cosa es el auricular, la otra, donde se carga. Los AirPods resistentes al agua son:
- AirPods de 3ª generación
- AirPods Pro de 2ª generación
- AirPods Pro de 1ª generación
Por lo tanto, los AirPods Max, los AirPods de 1ª generación o los AirPods de 2ª generación se quedan fuera. Eso sí, en los tres casos estamos hablando siempre de los auriculares, no de sus bases de carga. Y aunque sí ofrecen resistencia al agua y al sudor, la certificación con la que cuentan es IPX4. Las certificaciones IP tienen dos caracteres. El primero, en este caso, la X, indica que no tiene resistencia al polvo. El segundo, el 4, indica que sí tiene protección al agua, pero no es el nivel más alto. (Ambos caracteres se miden desde el 8, como la resistencia más alta, hasta la X, cuando esta no existe).
Los tres modelos que ofrecen esta resistencia no están pensados para deportes acuáticos, sino para resistir gotas de sudor y agua cuando estemos entrenando. Por lo que, si a esa protección, le sumamos que esta no es permanente, sentimos decirte que no, no puedes nadar con los AirPods. Aun así, hay que matizar algo muy importante sobre los estuches de carga: estos no tienen ningún tipo de protección frente al agua, sudor o polvo. Tampoco son sumergibles. Para alargar al máximo la vida útil, tanto de tus AirPods como del estuche de carga, te recomendamos que seques bien los AirPods antes de guardarlos, y que nunca los pongas a cargar si, bien los auriculares, bien el estuche, están muy húmedos o, directamente, mojados.
Sobre todo, te recomendamos que si tienes unos AirPods con estuche de carga Lightning, vigiles que el puerto de conexión está seco antes de conectar el cable y cargar los AirPods. Así evitarás posibles cortocircuitos que podrían producirse por el contacto entre el agua y la electricidad, y acabar dañando tus AirPods. Un daño que, sería derivado de un líquido y Apple no lo contempla en su garantía, a la hora de realizar reparaciones.