En macOS, convertir imágenes a distintos formatos es una tarea más sencilla de lo que mucha gente piensa, y lo es gracias a las Acciones Rápidas del Finder o a la aplicación Vista Previa. Sin embargo, si trabajas con imágenes a diario y necesitas cambiarlas de formato frecuentemente, depender de estos métodos manuales puede volverse tedioso.
Lo que muchos desconocen es que macOS permite automatizar este proceso con una simple acción de carpeta, haciendo que tenga la función de «carpeta convertidor» de imágenes.
Este truco es especialmente útil para fotógrafos, diseñadores o creadores de contenido que necesitan pasar sus imágenes de un formato a otro habitualmente, sin perder mucho tiempo en el proceso. Con solo arrastrar un archivo a una carpeta específica, macOS lo convertirá automáticamente al formato deseado sin necesidad de abrir aplicaciones tener que estar navegando por confusos menús.
Todo esto se logra con Automator, una herramienta integrada en macOS que permite crear flujos de trabajo personalizados sin necesidad de conocimientos avanzados de programación.
Cómo configurar una carpeta como conversor de imágenes
- El primer paso es abrir Automator, que se encuentra en la carpeta Aplicaciones.
- Una vez dentro, hay que crear un nuevo documento y seleccionar la opción “Acción de carpeta”. Esto permitirá que cualquier archivo arrastrado a una carpeta específica active automáticamente el proceso de conversión.
- En la parte superior de la ventana de Automator, se encuentra un menú desplegable que permite seleccionar a qué carpeta se aplicará la acción. Se puede elegir cualquier carpeta del sistema, aunque una opción práctica es configurar la carpeta “Descargas”, ya que suele ser el destino de muchas imágenes que se reciben o descargan.
- El siguiente paso es seleccionar la categoría “Fotos” en la barra lateral de Automator y arrastrar la acción llamada “Cambiar tipo de imágenes” al área de flujo de trabajo. En este punto, el sistema preguntará si se desea convertir una copia de las imágenes para preservar los archivos originales o si se prefiere convertir directamente las imágenes sin generar duplicados. Esta elección dependerá de las necesidades del usuario: si se quiere mantener el archivo original sin modificaciones, es recomendable seleccionar “Añadir”. Si la intención es reemplazar la imagen original con el nuevo formato, se puede optar por “No añadir”.
- Por último, hay que elegir el formato al que se convertirán las imágenes. Automator ofrece varias opciones, como JPEG, PNG, HEIF y TIFF, lo que permite adaptar el proceso a diferentes necesidades.
- Tras seleccionar el formato de salida, podrás guardar la acción con el nombre que quieras, como “Convertir imágenes”.
Desde ese momento, cualquier imagen que se arrastre a la carpeta seleccionada se convertirá automáticamente sin tener que hacer nada más.
Para quienes quieran hacerlo de una manera más eficiente todavía, Automator también permite transformar esta acción en una aplicación independiente. En lugar de configurarla como una acción de carpeta, se puede seleccionar la opción “Aplicación” en Automator y guardar el flujo de trabajo como un archivo ejecutable. De este modo, se podrá arrastrar cualquier imagen sobre este icono y el sistema la convertirá de inmediato. Otra opción es importar el flujo de trabajo a la app Atajos de macOS, lo que facilita aún más su integración en el ecosistema del sistema operativo.
A diferencia de otras herramientas externas, las automatizaciones que os hemos contado en este artículo son completamente gratuitas, están integrada en macOS y no requieren instalar software adicional.