Jony Ive está de vuelta, y esta vez no quiere rediseñar un iPhone, sino romper por completo con todo lo que entendemos por un dispositivo móvil y, por consecuencia, un iPhone. El legendario diseñador de Apple, responsable del icónico aspecto del iMac, el iPhone y el Apple Watch, está trabajando en un proyecto que podría cambiar las reglas del juego en el mundo de la tecnología.
La idea es algo que nunca se había puesto sobre la mesa en las oficinas de Apple, y se trata de un «iPhone» sin pantalla.
Dispositivo basado en inteligencia articial
La startup se llama io Products, y es fruto de la colaboración entre Ive y Sam Altman, CEO de OpenAI. Ambos llevan más de un año desarrollando dispositivos basados en inteligencia artificial con un enfoque radicalmente diferente. No se trataría de un teléfono al uso, pero tampoco de un altavoz inteligente. Según fuentes cercanas al proyecto, se centraría en la interacción por voz, sin necesidad de pantalla, y con la inteligencia artificial como núcleo. Algo así como hablar con el futuro, literalmente.
Lo más llamativo es que OpenAI está valorando comprar la startup por una cifra que superaría los 500 millones de dólares. Una cantidad enorme para una empresa que aún no ha presentado un producto al público, pero que evidencia el interés del mercado por la convergencia entre hardware y modelos de IA avanzados. El acuerdo, según ha desvelado The Information, implicaría que OpenAI aporte su tecnología, que io Products se encargue del desarrollo del hardware, y que el estudio de diseño LoveFrom, fundado por Ive tras dejar Apple en 2019, de forma al producto final.
Aunque muchos insisten en que “no es un teléfono”, lo cierto es que sí pretende reemplazar funciones que hasta ahora asociábamos exclusivamente al smartphone. Y ahí reside su potencial. En lugar de una pantalla, notificaciones y aplicaciones, este nuevo dispositivo apostaría por una interfaz conversacional, al estilo de lo que OpenAI ya ha implementado en ChatGPT con su modo de voz. Pero llevado a otro nivel, con un diseño minimalista, intuitivo y posiblemente portátil.
El equipo detrás del proyecto también está formado por antiguos diseñadores de Apple como Tang Tan y Evans Hankey, piezas clave en el desarrollo de productos emblemáticos de la era Ive. También está involucrada Emerson Collective, la organización fundada por Laurene Powell Jobs, que actúa como uno de los inversores principales.
No tendría Apple Intelligence
Todo esto se enmarca en un contexto de máxima competencia. Las grandes tecnológicas, como Google, Meta, Amazon, Anthropic o xAI (propiedad de Elon Musk), están corriendo por dominar la próxima generación de asistentes inteligentes, capaces de mantener conversaciones naturales, ejecutar tareas complejas y aprender de cada interacción. Pero ninguna ha planteado todavía un salto de este tipo: diseñar un nuevo tipo de dispositivo, desde cero, para esa IA conversacional.
¿Estamos ante el principio del fin del smartphone tal y como lo conocemos? Es pronto para decirlo, pero si alguien puede dar forma a esa transición, es Jony Ive. Él ya puso su parte para convertir el teléfono en una extensión de nuestro cuerpo.
La idea puede parecer utópica, y lo es en cierto, pero también lo parecía el iPhone en 2007 cuando presentó un terminal sin teclado físico.