Apple es una de las marcas más reconocidas del mundo. Sus productos tienen un valor muy alto, y se pueden vender sin mucho problema. Esto, por desgracia, no atrae solo a personas que buscan dispositivos con los que trabajar o disfrutar de la mejor forma posible, sino también a ladrones y criminales que ven una oportunidad de enriquecerse. Es el caso de Carlos Brito, que ha sido detenido como sospechoso de haber participado en un reciente robo de más de 280 iPhone valorados en casi 120.000 dólares. Al parecer, él y un compañero habrían accedido a un comercio forzando la puerta con una palanca de hierro, y se habrían llevado en una furgoneta toda la mercancía. De todos modos, es importante recordar que no merece la pena robar un iPhone, ya que se convierte en un pisapapeles en el momento en que se reporta como perdido.
Muchos criminales —generalmente desinformados— ven los productos Apple como una forma rápida de ganar dinero. Como su precio es alto, al robar unos cuantos se puede hacer una pequeña fortuna en cuestión de minutos. Claro que no es tan fácil. En Cupertino saben que esto es muy habitual. De hecho, no es nada raro ver vídeos de atracos a Apple Stores de todo el mundo, donde personas encapuchadas entran y arrancan todos los productos que se encuentran en las míticas mesas de madera de Apple.
Para robar un iPhone, mejor robar una piedra
Las instrucciones que tienen sus empleados son muy claras: no hacer nada. Tienen que evitar a toda costa entrar en contacto con los ladrones, y explicarle a los clientes que tampoco lo hagan. Ya no es solo que ningún teléfono vale más que poner en riesgo una vida de un empleado, es que todo eso que se están llevando no solo no van a poder venderlo, sino que ayudará a las autoridades a arrestarlos. Además, es bastante probable que los de Cupertino tengan contratado algún tipo de seguro que cubra los robos.
En este caso, estamos ante un supuesto robo de una tienda revendedora (no una Apple Store) el 18 de abril en Estados Unidos. Según explica el reporte policial y la noticia que recoge estos hechos, habrían sido dos los atracadores, que habrían forzado la puerta del local con una palanca de hierro, y se habrían llevado más de 280 iPhone valorados en unos 120.000 dólares en una furgoneta pintada de color dorado. Ahora, tres meses después, han conseguido detener a uno de los supuestos atracadores, y entendemos que no tardarán mucho en dar con el segundo.
Como siempre explico a quien me pregunta, es mejor robar una piedra antes que robar un iPhone. Va a cumplir exactamente las mismas funciones, pero por lo menos la piedra no va a revelar tu ubicación en tiempo real a la policía, Está claro que no es la mejor de las ideas, pero a pesar de todas estas noticias, hay quien sigue tratando de robar dispositivos Apple esperando que no les pase lo que le acaba pasando a todo el mundo.