No queda nada para julio y en la cabeza de muchas personas está ya el iPhone 16. Saldrá en septiembre si todo va de acuerdo con los planes que Apple suele seguir, y ya hay quien piensa sí o sí en comprárselo. Pero con cada inversión importante en términos económicos, siempre viene una reflexión: ¿me lo compro o espero a algo mejor? Es un pensamiento muy lógico, porque la inmensa mayoría no cambia de iPhone todos los años, así que toca valorar si merece la pena aguantar un año más, o si es preferible hacerse con el iPhone 16 tan pronto como salga al mercado. La respuesta es sencilla, pero no directa.
Comprarse un iPhone nuevo supone un gasto muy grande y —en la inmensa mayoría de los casos— innecesario. Es algo a lo que hay que darle muchas vueltas antes de lanzarse, ya que aunque se tienen 14 días para realizar una devolución, es mejor ahorrarse los problemas que eso puede acarrear y tenerlo decidido del todo antes de comprarlo. Es entonces cuando entran en juego los rumores sobre el iPhone 17, y muchos tienden directamente a pensar que va a ser mucho mejor que el iPhone 16, y entonces pasan a creer que lo mejor es esperar. Y no es cierto. De hecho, no suele serlo nunca.
No se decide en base a rumores o promesas
Una de las máximas que hay en el mundo de la tecnología es que jamás se debe tomar ninguna decisión de compra basada ni en rumores, ni en promesas de funcionalidades que “llegarán en el futuro”. Cuando compras algo, tienes que hacerlo pensando que eso que vas a adquirir es como es en el momento. No en cómo será en el futuro, o las funciones que la empresa te ha dicho que tendrá en una futura actualización de software. No.
Uno tiene que comparar sus opciones con lo que hay en el presente. Llegado septiembre, el mejor iPhone que habrá disponible será el iPhone 16 Pro Max. Y si los rumores dicen que el iPhone 17 va a ser cincuenta veces mejor que el iPhone 16, bien, pero no se pueden tomar decisiones de compra en base a rumores. Muchas veces son falsos, o aun siendo verdaderos, los planes de Apple cambian, o se posponen. Por ello tomar decisiones en base a eso no merece la pena.
¿Entonces compras o esperas? Pues depende. Si quieres cambiar de iPhone en septiembre, cómprate el iPhone 16. Punto. No pienses que el iPhone 17 va a ser mejor. Es más, haz como si no existiese. Si crees que cambiar de teléfono ahora sería más un capricho que otra cosa, puedes esperar. Pero en ese caso no esperas porque vaya a salir el iPhone 17, sino porque en el fondo sabes que no necesitas cambiar de teléfono. Cuando tengas que reemplazarlo, vete a por el dispositivo que veas y quieras en ese momento. Es nuestra recomendación: no tomes decisiones basadas en rumores o promesas. Si sigues esa premisa, hacerte con tu nuevo iPhone será mucho más fácil de lo que piensas.