Llegados los iPhone 15 y 15 Pro, he de decir que son unos dispositivos que realmente me gustan y tienen mucho potencial que ofrecer. No obstante, no todo es bonito, ni perfecto. De hecho, en este post te vengo a explicar una de las cosas que nos han presentado, y que se trata de algo que me temía. Y muy a mi pesar, se ha repetido este año. Así que en este post te vengo a contar de qué se trata.
Hasta hace no mucho, cada año veíamos mejoras sustanciales en los teléfonos. Veíamos generaciones que marcaban una diferencia respecto a sus dispositivos predecesores. Atrás había quedado el apellido «S» que vimos en generaciones como el iPhone 4, el iPhone 5, el iPhone 6 o el iPhone X, donde los teléfonos tenían mejoras suficientes como para ser un nuevo teléfono, pero no tantas como para ser considerados como de nueva generación. No obstante, a pesar de que este apellido sea ya extinto, el tema de hoy se centra en los procesadores de los teléfonos.
El procesador es la clave
Cuando Apple presenta una nueva generación de iPhone, hasta ahora veíamos nuevos procesadores en la nueva generación. ¿Qué ocurrió en el iPhone 14? Pusieron el procesador de los 13. ¿Y en el iPhone 14 Pro? Mejoraron el procesador, presentando el chip A16. Mi miedo era simple: Que volvieran a hacer esto con el iPhone 15. Y sí, es exactamente lo que han hecho. En los modelos 15 y 15 Plus, ahora tenemos los procesadores del 14 Pro. Y en los 15 Pro y 15 Pro Max, una nueva generación de procesadores.
¿Versiones S? ¿El Pro es el nuevo estándar?
Ante todo, los iPhone 15 no me parecen ni malos teléfonos, ni que sean poco potentes. Es más, a la vez que escribo todo esto, también pienso que es una muestra de fortaleza y de confianza que tiene Apple en los productos que diseña. No todas las compañías se atreven a lanzar un teléfono de nueva generación, con un procesador del año anterior. Pero, sin embargo, si queremos apostar por la potencia y llevarnos lo último de lo último, hay que ir a por los modelos Pro o Pro Max. Por lo tanto, mi primera pregunta es: ¿Serán los modelos Pro los «nuevos iPhone» a partir de ahora? Y de esta forma, hacer que los modelos estándar, en verdad sean versiones «S» de los anteriores.
Las actualizaciones de software
El escenario al que me lleva todo esto es el ciclo de actualizaciones. Hasta ahora, iOS se dejaba de actualizar en los iPhone que montaban un determinado procesador, y si cada generación tenía sus procesadores, la línea divisoria estaba clara. Ahora que tenemos dos generaciones, con 8 dispositivos, y 4 de ellos comparten procesador, ¿Qué ocurre entonces?
- Opción 1: Apple corta en el modelo Pro del año anterior y en el estándar del año siguiente. Un ejemplo sería que el 14 se quede atrás, mientras que el 14 Pro y el 15 reciban sus últimas actualizaciones conjuntas, el siguiente año.
- Opción 2: Que los ciclos de actualización se alarguen a partir de ahora. Sinceramente, creo que sería lo más justo de cara a los usuarios. Estamos pagando más de 1.000 euros en muchos casos por los iPhone de nueva remesa. Y disponer de 6 o 7 años de actualizaciones, en vez de las 5 a las que estamos acostumbrados, sería una buena idea.
- Opción 3: Que el iPhone 14 se quede «colgado». Que sea un modelo que tenga menos tiempo de vida en cuanto a actualizaciones de software oficiales se refiere, y que empiecen a coger el corte a partir de los iPhone 15.
También se me ocurre otra posibilidad sobre el por qué querrían llevar a cabo este movimiento. ¿Y si los Pro de un año son los «estándar» del siguiente? Cierto es que con el iPhone 14 pudimos comprobar que el 13 Pro se encapsulaba dentro del 14. Y ahora con el iPhone 15, hemos visto al iPhone 14 encapsulado. Así pues, ¿Podemos esperar que el iPhone 16 tendrá procesador A17 Pro y Dynamic Island?