Tras hacer diferentes pruebas de rendimiento al iPad Pro con M1, la mayoría de analistas coincidimos en destacar que es un grandísimo equipo, con un hardware inmejorable a día de hoy y que sin embargo venía lastrado con un software que se le quedaba corto. Ayer se presentó iPadOS 15, presumible versión en la que la compañía californiana tenía que poner toda la carne en el asador para esos dispositivos, pero… No lo hizo. Analizamos a continuación el porque creemos que es una oportunidad perdida.
Oportunidad perdida para estas novedades en iPadOS 15
No podemos negar que lo mucho o poco que mejoró Apple en iPadOS 15 estuvo muy bien: mejoras en videollamadas de FaceTime, widgets en toda la pantalla, biblioteca de apps, nuevas funciones en la app Notas… Pero es innegable también que dejaron a los iPad Pro M1 sin funciones que los expriman. No hacía falta entrar demasiado en detallar el hardware de estos equipos si sabíamos que el chip que montan es el mismo que los ordenadores. Esperábamos algo más.
Es entendible que no se iba a integrar macOS en estos dispositivos, algo que no sería descabellado, pero que en cualquier caso seguía lejos de poder suceder. También era obvio que habría iPad que no soportarían según que novedades por tener unos componentes menos potentes que los de esas últimas tablet de alta gama, pero no era para nada obvio imaginar que no añadirían ni una sola función exclusiva para exprimir semejante procesador y una memoria RAM capaz de alcanzar los 16 GB, más cuando esta se ve limitada actualmente en iPadOS 14.
Muchos esperábamos poder ver, por fin, apps de macOS en iPadOS como ya sucede a la inversa. Quizás no de todas las aplicaciones y ni siquiera de algunas tan deseadas como Final Cut Pro. Pero esperábamos ver al menos una introducción de alguna herramienta para desarrolladores que les permitiese hacer más fácilmente compatibles sus apps e incluso que pudieran correr en iPad al instante con algo similar al Rosetta 2 que tenemos en Mac con M1.
Ni rastro tampoco de las mejoras al conectar un monitor externo, ya sea adaptando la interfaz de iPadOS al formato de este o permitiendo que pudiera ser usada como segunda pantalla en lugar de una simple duplicación. Ni el excelente estándar Thunderbolt 3 con el que es compatible el último iPad Pro parece suficiente para que, al menos de momento, Apple haya dado el paso. Decepción.
¿Pudo cambiar Apple de planes a última hora?
Honestamente nos cuesta creer que Apple decidiese no lanzar ninguna novedad como las que comentábamos previamente. En 2018 ya vimos unos iPad Pro con un hardware inédito hasta la fecha, pero que sin embargo no fue exprimido hasta la llegada de iPadOS 13 unos meses después. Apple hizo aquel movimiento a conciencia sabiendo que con las actualizaciones de software que estaban por llegar iban a dar en el clavo y satisfacer buena parte de las necesidades y requerimientos que tenían estas tablet.
En esta ocasión nos cuesta creer que Apple tuviese en sus planes añadir mejoras interesantes, pero que o bien se nutren de lo que no se lanzó en iPadOS 14 o están muy poco pensadas para los iPad Pro M1. Desconocemos si la compañía se encontró con algún contratiempo de última hora que les impidiese cumplir su plan, pero lo cierto es que tras esta conferencia, el comprar un iPad Pro M1 pierde un poquito más de sentido, salvo quien quiera disfrutar de un excelente panel miniLED en el modelo de 12,9 pulgadas.