Con la presentación de los iPhone 14 y 14 Pro, Apple llevó a cabo una estrategia que no gustó a mucha gente. Y sinceramente, tengo miedo que este movimiento se convierta en un (mal) hábito que vayan repitiendo en las próximas generaciones de teléfonos. Así que en este post te voy a explicar en detalle de qué consiste esta práctica, mucho más allá de lo que implica el propio procesador.
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Cada nueva generación de iPhone tiene novedades que hace que valga la pena el salto generacional de un dispositivo al siguiente. Desde el iPhone 11, Apple presenta una gama estándar y una gama Pro. Históricamente, la gama Pro eran iPhone nuevos, pero con añadidos para quiénes quisieran tener más. Mientras que la gama estándar era el salto generacional que todos queríamos, sin tener que desembolsar más dinero.
El procesador no debería ser algo Premium
El hecho de que Apple haya incorporado el mismo procesador de los iPhone 13 en la gamma estándar de los iPhone 14, me da que pensar que esta no va a ser la última vez que veamos esto. Más allá del procesador, el mal hábito del cual tengo miedo es que nos vendan un teléfono como si fuera de nueva generación, pero en este caso, se trate de una evolución «S». En otras palabras, que el iPhone 15 sea un iPhone 14S, y que el iPhone 15 Pro sea el verdadero salto generacional.
Los modelos Pro, hasta esta generación actual de teléfonos, contaban con añadidos que servían como distintivo exclusivo, para tener funciones más potentes. El tamaño de la pantalla de 6,7 en los modelos Pro Max, más tasa de refresco o una tercera lente en el sistema de cámaras se entienden como añadidos adicionales, que hacen que el teléfono pueda tener un enfoque más profesional.
Pero la base de los iPhone siempre había sido la potencia y la innovación en el procesador. Y hasta ahora, todos los modelos que se presentaban cada año contaban con la siguiente generación de chips renovada. A efectos prácticos, contar con la última generación de procesadores ya implica más potencia y más rendimiento. Pero también más años de actualizaciones de software y soporte por parte oficial de la compañía.
Si Apple se carga estos ciclos de actualización, ¿Cómo van a ser los ciclos de actualizaciones de software en el futuro? ¿Estaremos comprando un teléfono renovado, de la gama estándar, para tener un año menos de actualización que el modelo Pro? ¿Actualizarán los mismos años los iPhone 13 Pro y los iPhone 14? Esto es poner en desventaja a la siguiente generación, si queremos apostar por un modelo «no Pro» y sin embargo queremos tener buen rendimiento en el procesador.
En el caso que los de Cupertino conviertan a las generaciones estándar en evoluciones menores de la anterior, y los modelos Pro son el verdadero salto, estarán convirtiendo en un privilegio añadido el poder disfrutar de más tiempo de nuestros dispositivos, que ya de base tienen un precio elevado.
No obstante, con estas palabras me baso en lo que se ha podido ver con el lanzamiento de los iPhone 14 y 14 Pro. Tampoco se trata de elucubraciones gratuitas, pero sí de compartir las preocupaciones como consumidor de los productos de la compañía, y como profesional del sector tecnológico, que no quiere verse cortado por las políticas de la multinacional.