Apple está empezando a tener un problema con el nivel de evolución de los iPhone de generación en generación. El propio estado actual de la tecnología les limita, y lo único en lo que pueden trabajar para lograr mejorar los futuros iPhone es conseguir espacio. Con más espacio se puede tener más batería, o cámaras más grandes y mejores, o un procesador más potente. En Cupertino lo saben, y por eso han estado trabajando en unas placas base que utilizan cobre cubierto de resina, y que son más delgadas y compactas. Sin embargo, no han conseguido alcanzar de momento sus estándares de calidad, por lo que la idea de utilizarlas en el iPhone 17, parece quedar descartada.
Tan solo faltan dos meses para que Apple celebre su tradicional evento de septiembre, en el que, si todo va según lo esperado y conforme a lo que ha sucedido todos estos años, los de Cupertino presentarán los nuevos iPhone 16 y iPhone 16 Pro, así como tres nuevos modelos de Apple Watch —Series 10, Ultra de tercera generación, y SE de tercera generación—, y puede que la segunda versión de los AirPods Max. Para aquellos que estén esperando nuevos Mac o iPad, Apple suele guardárselos para un evento en octubre o en noviembre, para poder así centrar la atención en el que en el fondo sigue siendo su producto estrella: el iPhone. El Apple Watch y los AirPods de haberlos se presentan también en tanto que son accesorios del iPhone, y no productos independientes.
Nos quedamos sin mejora hasta el iPhone 18
Este año, con los iPhone 16 y iPhone 16 Pro no esperamos grandes cambios a nivel de hardware. Pantallas un poco más grandes, mejores procesadores, y algunos rumores sugieren un nuevo botón de captura para hacer fotografías. Pero más allá de eso, no habrá cambios sustanciales, por eso Apple se ha centrado tanto durante la Worldwide Developers Conference 24 del pasado 10 de junio en Apple Intelligence. Está claro que buscan que ese sea el llamativo principal este año de los iPhone 16 y iPhone 16 Pro. Al parecer, todo lo bueno en hardware estaba originalmente planeado para el iPhone 17 y iPhone 17 Pro, pero una de las novedades más ilusionantes se ha tenido que aplazar.
Según reporta Ming-Chi Kuo, en Cupertino llevan tiempo trabajando en una nueva fórmula para la fabricación de sus placas base para iPhone: cobre cubierto de resina. Es una tecnología revolucionaria que permitiría reducir considerablemente el tamaño de las placas base, logrando más espacio dentro del terminal para añadir una batería más amplia, u otros componentes que puedan traer funcionalidades nuevas al iPhone. Sea como fuere, el analista afirma que como pronto, esto no llegará hasta el iPhone 18 y el iPhone 18 Pro. Aunque avisa de que en Apple no consiguen que la tecnología alcance sus altos niveles de calidad exigidos, y si sigue así puede que simplemente decidan abandonar la idea. De momento, solo nos queda esperar a que surjan nuevos detalles sobre esto.