Un dispositivo electrónico perfecto no es solo aquel que mejor adapta sus prestaciones a nuestras necesidades, sino que también lo son aquellos que más allá de esto funcionan de forma fluida. Por ello es importante tener en cuenta que si equipos como el iPad van lentos a la hora de moverse por el sistema, algo no marcha bien. En este post te ayudamos a resolver estos problemas para volver a tener una fluidez máxima en la tablet como si estuviese recién comprada, permitiéndote disfrutar de la mejor experiencia de usuario posible.
¿Por qué un iPad va lento?
Por norma general Apple suele adaptar su sistemas operativos a los dispositivos que lo llevan. Aprovecha al máximo la ventaja de ser el fabricante y desarrollador de ambas cosas, aunque esto no es una garantía siempre de que todo funcione de forma fluida. Es cierto que estos problemas de lentitud están menos presentes en sistemas como iOS y iPadOS, pero si estás leyendo esto es evidente que no es algo infalible.
Es importante resaltar que si tu iPad tiene ya varios años en el mercado, es posible que pierda la fluidez que tenía en sus primeros momentos, ya que el iPad es un dispositivo, como todos los equipos, que el paso del tiempo y de las actualizaciones va haciendo mella en el dispositivo, hasta que llegue el final de su vida útil.
Cuando surgen estos problemas, pueden deberse a diversas causas. Una de ellas es la presencia de errores en la versión del software, algo frecuente en versiones beta. Si estás utilizando una beta en tu iPad, es recomendable desinstalarla, ya que puede hacer que el dispositivo funcione más lento de lo habitual.
Sin embargo, incluso en versiones estables del sistema pueden presentarse problemas debido a que no todas están completamente optimizadas o libres de errores. Además, las copias de seguridad que contienen archivos basura pueden generar incompatibilidades que afecten al funcionamiento del sistema al restaurarlas en un nuevo dispositivo.
El llenado del almacenamiento interno también puede ralentizar el iPad, especialmente en modelos más antiguos con menos espacio. Es importante evitar llenar al límite el almacenamiento de cualquier dispositivo Apple, ya que esto puede afectar negativamente al rendimiento.
La lentitud suele ser más común en iPads antiguos con versiones más recientes del sistema, ya que sus procesadores pueden no gestionar la carga de la misma manera que los modelos más nuevos. A pesar de esto, hay diversas soluciones que pueden ayudar a mejorar el rendimiento de tu dispositivo.
Las posibles soluciones más rápidas
Existen algunas soluciones que, por tontas o absurdas que parezcan, pueden ser sumamente eficaces. No siempre funcionan, pero dada la importancia que tienen y lo poco que se tardan en aplicar, es indispensable haberlas probado antes de realizar ningún otro proceso que lleve más tiempo y pueda resultar igualmente ineficaz.
Comprueba si actualizaciones pendientes
Como decíamos hace unas cuantas líneas, puede ser que la versión de software en la que se encuentre tu iPad tenga algún tipo de fallo más o menos generalizado que esté afectando a su rendimiento. Es por ello por lo que es indispensable que te asegures de que versión tienes instalada. Eso se comprueba desde Ajustes > General > Información, fijándote en el apartado «Versión». Ahora bien, si desconoces si esa es la última versión o no, deberás ir a Ajustes > General > Actualización de software.
Será en ese apartado dónde aparezca, si existe, la versión más reciente de iPadOS lista para su descarga y posterior instalación. Debes tener en cuenta que esto precisa de conexión a internet y de que el iPad tenga un nivel de batería aceptable para su carga (si estás por debajo del 50% basta con conectarlo a la corriente). Si no existe actualización y no quieres esperar a una posible futura, trata de seguir el resto de consejos que comentamos en siguientes apartados.
Antes de actualizar, hay que tener en cuenta algunos aspectos que vamos a ver a continuación: En primer lugar, es importante realizar siempre copia de seguridad, cuando restauras de fábrica un dispositivo, se pierden todos los datos, así que es sumamente importante realizar una copia de seguridad para tener toda la información que se almacenaba en vuestro dispositivo principal. En segundo lugar, la batería al 50%, el iPhone tiene que estar con la batería al 50% o enchufado al cargador. No a una carga inalámbrica porque puede alcanzar una alta temperatura.
Es crucial disponer de suficiente almacenamiento libre para instalar la última versión del sistema operativo. Se recomienda tener al menos 8-10 GB disponibles. Durante la actualización, que puede durar entre 30 y 40 minutos con conexión Wi-Fi, es importante tener paciencia. Es recomendable mantener siempre actualizado el sistema operativo a la última versión de iOS 15 para recibir la actualización a iOS 16. Si no se hace así, pueden surgir problemas. Una vez restaurado, es necesario permitir que el dispositivo se descargue y cargue completamente para que el sistema operativo pueda calibrarse correctamente y analizar los parámetros de la batería. Finalmente, después de 15-20 minutos de indexación, es recomendable mantener el dispositivo encendido pero sin realizar ninguna operación para que se configure completamente.
Comprueba la conexión a internet
La conexión a internet puede tener un impacto significativo en el rendimiento del iPad. Aunque no todas las aplicaciones dependen de internet, aquellas basadas en la web o que requieren actualizaciones constantes pueden volverse inutilizables sin una conexión sólida. Los procesos en segundo plano, como las actualizaciones y la sincronización con la nube a través de iCloud, también pueden ralentizarse si la conexión es deficiente. Por ejemplo, la App Store puede experimentar demoras significativas si la conexión no es rápida, lo que también afecta la descarga y actualización de aplicaciones.
Cerrar procesos en segundo plano
Entendemos que comprar un nuevo iPad podría parecer la solución más directa para resolver el problema de rendimiento, pero no siempre es la opción más práctica ni asequible. Considerando que tu dispositivo actual podría tener aún mucho potencial, es recomendable explorar otras soluciones antes de optar por un cambio.
Una solución inicial y simple es reiniciar el iPad. Aunque suene como un consejo básico, apagar y encender el dispositivo puede resolver problemas causados por procesos en segundo plano que afectan el rendimiento. Este método suele ser efectivo para reiniciar procesos que se han quedado colgados, permitiendo que el iPad recupere su funcionamiento normal. Es aconsejable mantener el dispositivo apagado por al menos 1 minuto antes de encenderlo nuevamente.
Borra datos que no necesites
Si tu iPad está casi lleno de memoria, puedes liberar espacio desinstalando aplicaciones que ya no uses. En iOS 11 o versiones posteriores, puedes activar la opción «Desinstalar apps no utilizadas» en Ajustes > iTunes Store y App Store para que el sistema gestione esto automáticamente. Sin embargo, si hay aplicaciones que usas ocasionalmente pero no deseas que se desinstalen, te recomendamos revisar manualmente tus aplicaciones para decidir cuáles eliminar.
Además, es importante gestionar tus fotos y vídeos. Si usas iCloud para sincronizar, el espacio ocupado por este contenido está en los servidores de Apple y no en la memoria del iPad. Si no tienes configurada esta opción, te recomendamos activarla en Ajustes > Fotos o considerar otros servicios en la nube o dispositivos externos para almacenar este tipo de archivos, ya que suelen ocupar mucho espacio en el dispositivo.
Posibles bugs
Los iPads pueden volverse lentos debido a bugs en el sistema operativo que afectan tanto el rendimiento general como el funcionamiento de aplicaciones específicas. Estos problemas no son físicos, sino que se deben a la falta de optimización del software para iPadOS.
Los errores incluyen apps que se cierran inesperadamente, reinicios del iPad sin motivo, incapacidad para actualizar el software a pesar de tener espacio suficiente, problemas con el almacenamiento de archivos, consumo elevado de batería, sobrecalentamiento, lentitud en la navegación del sistema, mensajes de error frecuentes, fallos en Touch ID o Face ID, dificultades para conectarse a WiFi o Bluetooth, problemas con Apple Pay y fallos en la recepción de notificaciones, así como problemas de audio.
Estos fallos son más frecuentes en versiones beta del sistema operativo, pero también pueden ocurrir en las primeras versiones oficiales. Además, la acumulación de archivos basura debido a la falta de formateo o restablecimiento de fábrica a lo largo del tiempo puede contribuir al deterioro del rendimiento del dispositivo.
Para solucionar estos problemas, se recomienda realizar copias de seguridad periódicas utilizando iCloud, que protege los datos de extremo a extremo sin acceso de Apple.
Las formas definitivas de atajar el problema
Si tras lo anterior no has logrado resolver con éxito el problema de rendimiento de la tablet, no te desesperes por ahora. Comprar un iPad nuevo es la solución más «sencilla», aunque no la más cómoda ni agradable. Por eso te aconsejamos leer lo que te comentamos en estos puntos como posibles soluciones finales ante el problema de lentitud.
Prueba a restaurar el iPad
Dejar el iPad como recién salido de la caja a nivel de software es, casi siempre, la mejor solución ante cualquier problema que no sea físico. Por tanto podemos recurrir a esta opción ante los problemas suscitados por la poca fluidez del equipo. Recomendamos previamente realizar una copia de seguridad, ya que en caso de no ser este el problema podríamos volver a tenerlo como antes.
Si deseas realizar una formateo más limpio, recomendamos hacerlo con un ordenador tal y como te comentamos en otro artículo acerca de cómo restaurar un iPad. Si no dispones de un ordenador de sobremesa a mano, podrás realizar esta restauración desde el propio iPad, yendo a Ajustes > General > Restablecer y pulsando sobre «Borrar contenido y ajustes».
Se abrirá un proceso en el que se te requerirá introducir la contraseña de tu ID de Apple y probablemente también el código de seguridad del dispositivo. En un momento dado, el iPad se apagará y verás el icono de la manzana en pantalla, lo cual puede demorarse unos minutos. En el momento en que el dispositivo esté restaurado verás que aparece la configuración inicial, en la cual deberás configurarlo como nuevo iPad sin instalar copia de seguridad.
Acude al soporte técnico
Si tu iPad está aún en garantía, llevarlo a una Apple Store o Servicio Técnico Autorizado (SAT) debería ser la primera opción. Allí podrán verificar el problema exacto de tu equipo y, en caso de ser algún defecto de fábrica, podrán darte uno nuevo de reemplazo o acceder a una reparación completamente gratuita. Además, si ya llevas tiempo con este problema y has aplicado todas las soluciones que te hemos propuesto, desde el servicio técnico al que acudas también de podrán indicar cuál es la causa real del problema e incluso, que es lo que ha desencadenado dicho error y problemática.
En caso de que ya haya vencido el periodo de dos años de garantía y hayas probado ya las citadas soluciones de este post, no te quedará otro remedio que acudir a una de estas tiendas para poder solicitar un presupuesto de reparación. Es al final la forma más cómoda de detectar un fallo, puesto que el diagnóstico será mucho más certero. Además, el mencionado presupuesto no llevará consigo ningún tipo de compromiso si se hace en una tienda de la compañía o en un SAT, por lo que podrás decidir si accedes o no a reparar el iPad.
Acude a un SAT
Si no tienes acceso a una tienda oficial de Apple, otra opción es acudir a un Servicio Autorizado (SAT) de Apple. Estos establecimientos están autorizados por Apple para reparar, resolver problemas y vender productos de la marca. Llevar tu dispositivo a un SAT no invalida la garantía, lo cual lo convierte en una opción favorable en muchos casos. Además, frecuentemente ofrecen tiempos de espera más cortos en comparación con las Apple Store.
Para visitar un SAT, generalmente necesitas pedir una cita especificando el problema y si tu dispositivo aún está bajo garantía, a menos que hayas adquirido AppleCare. También se requiere proporcionar tu ubicación para encontrar el SAT más cercano. El proceso inicial, donde te preguntan sobre el modelo del dispositivo, la garantía y el problema, es similar al que recibirías en una Apple Store. Aunque muchas personas prefieren llevar sus dispositivos directamente a las tiendas Apple, a veces la urgencia de resolver un problema hace que visitar un SAT sea una solución rápida y confiable, con las mismas garantías que en una Apple Store.
Si el SAT no puede resolver tu problema, probablemente te recomendarán visitar una Apple Store, incluso si no tienes una cerca. Acudir a un SAT puede ser un paso previo útil antes de dirigirse a una tienda oficial, permitiéndote obtener dos opiniones de expertos, aunque generalmente sean similares. Si tienes la opción, es conveniente considerar primero un SAT.
¿Cambio de batería?
Puede que, a simple vista, esta opción no esté contemplada entre las posibles, sin embargo, es otro de los posibles problemas que generar que un iPad vaya lento.
Esto es debido a que, de manera nativa, el iPad tiene una gran duración de batería, lo cual quiere decir que, pese a que esta se encuentre al 75% de vida útil, no nos importa demasiado ya que, creemos, que solo afecta a la duración de la misma, teniendo que cargarla con algo más de frecuencia, pero nada más, pues sigue teniendo una duración aceptable.
Sin embargo, esto no es del todo así, y es que la batería es la encargada de suministrar la energía que requieren el resto de componentes, incluido el procesador, RAM, etc, por lo que, una mala gestión de la misma, puede producir lag, reinicios, lentitud, etc, pese a que, como decíamos, a nivel de horas de uso, siga dando un buen servicio.
Esto es algo que mucha gente nota al cambiarla de forma no oficial, cuando adquieren una nueva que, si bien está al 100%, notamos que el iPad no funciona como antes, todo debido a poner una de mala calidad, y es que, como explicamos, esta también es la responsable de que el dispositivo funcione correctamente.
En resumen, si tu batería está en modo «reparación», cambiarla puede solucionar todos estos problemas, y lo notarás al instante, por lo que tenlo en cuenta, ya que, en muchos casos, no la cambiamos porque como el iPad ya va lento, no merece la pena, y no nos damos cuenta de que va lento precisamente por eso.