Si el Watch Series 10 tiene esto, hoy mismo pongo a la venta mi Apple Watch

El Apple Watch es un dispositivo que ha evolucionado mucho en los últimos años, y su enfoque centrado en la salud ha ido mejorando y expandiéndose. Con las últimas generaciones que hemos conocido, han llegado más y más avances en materia de seguimiento de nuestra salud. Sin embargo, hay una función que es muy prometedora, que se centra en el aparato respiratorio. ¡Te lo contamos en este post!
Aunque de momento sepamos de la existencia de los Apple Watch Series 9, así como de todas las novedades que han implementado para esta generación, esto no quita que Apple y otras compañías no continúen avanzando en el desarrollo de nuevas funciones.
Hace no mucho te contábamos cómo el Apple Watch ya era capaz de monitorizar el seguimiento del párkinson en personas afectadas por la enfermedad. También te hemos contado acerca del seguimiento de la apnea del sueño y de la presión sanguínea. Así como también, del rumoreado medidor de glucosa que podría venir en futuras generaciones.
Sin embargo, en este artículo te contamos los avances que se están llevando a cabo con este producto en materia de la respiración, y que no tiene que ver con el sueño, como sí ocurre con las apneas. Se trataría de un paso muy importante, que ayudaría a seguir una enfermedad que mucha gente padece: Asma.
El Apple Watch va en buen camino de monitorizar el asma
Ha sido el medio de noticias de habla inglesa Appleinsider quién se ha hecho eco de este hito. Explican que Apple no está sola en este proyecto. Sino que se apoya en una compañía externa llamada Elevase Health, con quiénes están dando con resultados «prometedores».
Lo que empezó en 2020 como un estudio de laboratorio, poco a poco se ha ido extendiendo hasta llegar a tener 900 pacientes de asma monitorízanos. Gracias a un Apple Watch, un colchón con seguimiento del sueño, un monitor que indica el ritmo de respiración, los despertares y el ritmo cardíaco, se ha conformado una base de datos lo suficientemente grande para poder entrenar al reloj en ese ámbito.
La combinación entre hardware y software en Apple es muy importante. Y en el caso del Apple Watch, algunas de las funciones más potentes que tenemos a día de hoy, como es el caso de Oxígeno en Sangre, funciona mediante una aplicación. El entrenamiento de la IA para aplicarla a este tipo de ámbitos requiere de muchos datos de entrenamiento de forma previa. Y por el momento, es lo que parece: Datos de calidad, recogidos y con el reloj capaz de interpretarlos.
Pero, hay un pero
«El escepticismo sigue», en cuanto a la llegada de esta función en los Apple Watch, según explican en Appleinsider. «Algunos expertos cuestionan la sostenibilidad de esta intervención, poniendo de manifiesto la complejidad y el potencial de dificultad de mantener esto durante un tiempo prolongado».
Como hemos dicho antes, los datos que se han tomado para llevar a cabo un seguimiento correcto y preciso del asma ha requerido mucho más que un Apple Watch. Todo el material que se ha tenido que invertir, en 900 personas que de forma voluntaria están participando en el estudio, es mucho.
Y el reto aquí está en conseguir que, además de llevar un seguimiento con el Apple Watch, esto se pueda hacer sin tener que acudir a otros componentes mucho más caros, precisos y difíciles de encontrar. A pesar de que el reloj sabe interpretar los datos, es simplemente eso, al menos de momento. No obstante, hay que tener en cuenta el factor del procesador y de la IA. Con los años, los chips de los Apple Watch han experimentado mejoras significativas, y ahora son mucho más eficientes, inteligentes y rápidos que cuando salieron al mercado.
Todavía queda recorrido a este estudio, así como también, falta por saber cómo van a implementar esto en futuras generaciones del Apple Watch. Si es que algún día llega. Pero sería toda una revolución.