Me ha llevado algún tiempo dar con la configuración de dispositivos más productiva dentro del ecosistema Apple, sobre todo cuando viajo o voy de un lado para otro con mis dispositivos. En el artículo de hoy te quiero mostrar cuál es y cómo utilizo mi configuración actual para mantenerme al día con el trabajo, esté donde esté.
Quizás te sorprenda saber que no todos mis dispositivos son los de última generación. De hecho, la pieza principal de mi setup es un MacBook Pro de 2019. A continuación te explico todo al respecto.
iPad Air 5: ligero y con un rendimiento excelente
El iPad Air 5 se ha convertido en mi dispositivo imprescindible cuando viajo o voy a de un lugar a otro en mi día a día. Su diseño ligero y compacto lo convierte en el compañero perfecto para esos días en los que necesito trabajar desde cualquier lugar. Lo mejor de este iPad es, por un lado, la potencia del chip M1 que asegura un rendimiento perfecto para cualquier tipo de tarea que quieras llevar a cabo. Por otro lado un tamaño de pantalla ideal y unas dimensiones ideales para poder llevar el iPad siempre contigo y visualizar contenido de forma cómoda.
La conexión entre MacBook y iPad: Control Universal
Esta es la función introducida a través de una actualización de software que más he aprovechado en el último año. Podría afirmar que una de las joyas de mi configuración es la capacidad de utilizar ambos dispositivos, el MacBook Pro y el iPad Air 5, con la función de Control Universal de Apple. Esta característica permite una transición perfecta entre el MacBook Pro y el iPad Air 5, permitiéndome controlar ambos dispositivos con un solo teclado y ratón, que es normalmente el teclado del propio MacBook Pro. La versatilidad que esto proporciona es incomparable. Poder utilizar el iPad como monitor externo en cualquier lugar junto a mi MacBook Pro es una gran ventaja que me ayuda mucho a desarrollar mi trabajo en el día a día.
Sin complicaciones de carga, todo al USB-C
Lo mejor de este setup es que todos mis dispositivos, incluido el iPhone 15 Pro, utilizan la carga por USB-C. Esto significa que no me tengo que preocupar de llevar conmigo diferentes tipos de cables y cargadores, tanto el MacBook Pro de 2019 como el iPad Air 5 utilizan este estándar, eliminando la necesidad de llevar múltiples tipos de cargadores. Un solo juego de cables y adaptadores hace que cargar ambos dispositivos sea fácil y mejora mi organización.
La única pega de este setup es que la pieza principal del mismo sea el MacBook Pro de 2019. Aunque se trata de un dispositivo súper potente y capaz, al llevar un procesador Intel hace que no pueda disfrutar de algunas novedades incluidas en macOS Sonoma. También se sobrecalienta con frecuencia y el sonido de los ventiladores puede llegar a ser bastante molesto. Es por eso que en su momento escribí sobre por qué me daba vergüenza ir con este MacBook a la biblioteca. Aún así todavía cumple con las funciones necesarias y es capaz de llevar a cabo todo tipo de tareas para mi trabajo en el día a día. Eso sí, no recomendaría a nadie a estas alturas comprar un MacBook con procesador Intel.