A menudo nos encontramos historias realmente sorprendentes en relación a Apple. Es el caso de Haiteng Wu, un ingeniero chino de 32 años que logró tejer un minucioso entramado criminal con el que logró engañar a la compañía californiana con el contrabando de iPhone falsos por valor de más de 1 millón de dólares. Un hecho que se conoció hace ya un tiempo, pero que resurge ahora que Wu ha sido condenado a prisión.
Una mafia familiar digna de película
Aunque Haiteng Wu es de origen chino, se sabe que desde 2013 reside en McLean, un pequeño pueblo del condado de Fairfax (Virginia – Estados Unidos). Incluso tenía un puesto de trabajo completamente legal que le permitía ser un ciudadano más. Sin embargo, tenía una segunda y oscura vida criminal.
Wu estuvo durante 3 años recibiendo iPhone falsificados procedentes de Hong Kong, los cuales daban completamente el pego de ser originales porque venían con números IMEI perfectamente falsificados y que en los sistemas de Apple figuraban como dispositivos completamente auténticos. Aprovechando esto, logró engañar al servicio técnico de la compañía para recibir repuestos originales de estos.
Wu logró reclutar más personas, incluyendo a su esposa, las cuales servían como ganchos. La estrategia era clara: los iPhone falsificados venían con algún defecto hecho a propósito y que servía para que en las Apple Store lo detectaran como defectuoso y le entregasen un reemplazo original que venía cubierto por la garantía. Evidentemente, a la compañía no le parecía extraño porque el IMEI de las falsificaciones parecía estar en orden y tampoco se apreciaban otros indicios que hicieran ver que no eran originales.
Al final Wu y sus socios lograron obtener una cantidad de iPhone originales a cambio de los falsos que ascendió a más de 1 millón de dólares. No ha trascendido, o no exactamente, lo que después hacía con los dispositivos originales. No obstante, es previsible que este aprovechase después para vender estos terminales en mercados de segunda mano, ya sea en Estados Unidos o en China.
Condenado a 26 meses de prisión
No se sabe si fue Apple quién detectó irregularidades con estos procesos o fue otra entidad o particular. El caso es que Wu y sus socios fueron arrestados a finales de 2019 y, lejos de negar los hechos, se declaró culpable en un juicio celebrado en mayo de 2020.
Tras haber seguido el proceso judicial, tanto las investigaciones policiales como las declaraciones del propio Wu y sus socios han llevado a que el juez Emmet G. Sullivan le declare culpable esta misma semana. Con ello, le condenó a pagar una sanción de 987.000 dólares, además de condenarle a 26 meses de prisión.
Lógicamente, no ha sido Wu el único condenado. Su esposa, que también se declaró culpable, fue ya condenada en aquel momento a 5 meses de prisión que han quedado ya cumplidos. Otro de sus socios principales, también reconocido culpable, sigue todavía investigado y conocerá su sentencia el próximo mes.
Como bien recuerdan algunos medios como MacRumors, ha habido otros casos similares en el pasado. El también chino Quan Jiang fue sentenciado hace un par de años a tres años de prisión tras haber sido declarado culpable en un hecho idéntico a este, con el contrabando de iPhone falsificados. Apple se ha mantenido al margen, aunque en ambos casos ha recibido compensación económica por las pérdidas generadas a causa de estos delitos.