No confundas el poder de la realidad aumentada de las Vision Pro con las limitaciones de la realidad virtual
Llevo escuchando semanas que las Apple Vision Pro son como las Meta Quest siete veces más caras. Este argumento es tremendamente básico, ya que Apple buscó en todo momento el desarrollo de la realidad aumentada, mientras que Meta se centró en la realidad virtual. ¿Por qué Apple prefiere la realidad aumentada y no la virtual? Este es el verdadero motivo por el que debemos estudiar ambos productos y la finalidad que persigue cada uno de ellos.
Por qué la realidad aumentada tiene tanto potencial
Para comprender la diferencia de enfoque entre las Vision Pro y las Meta Quest, es fundamental conocer la diferencia entre ambas. La realidad aumentada superpone imágenes o texto generados por ordenador en el mundo real, pero con una mayor calidad. En cambio, la realidad virtual reemplaza completamente el mundo por una alternativa generada por ordenador.
Con las Vision Pro puedes estar en tu espacio de trabajo interactuando con múltiples aplicaciones en grandes pantallas virtuales que se proyectan frente a ti. En cambio, en la realidad virtual estás inmerso completamente en el juego o aplicación en el que estás inmerso, hasta el punto de que no puedes visualizar el contenido externo.
Ahora bien, ¿qué es lo que prefieren los usuarios? La preferencia de los usuarios se inclina en gran medida hacia la realidad aumentada. Es cierto que puedes disfrutar de videojuegos y películas de forma única, pero también es importante tener en cuenta que, una vez que te sales del “ocio”, te encuentras con un equipo muy limitado porque no puedes hacer mucho más, al contrario de lo que ocurre con las Vision Pro.
Ambos productos tienen una gran diferencia de enfoque
Las comparaciones entre las Vision Pro y las Meta Quest son lógicas y necesarias, porque al final es el usuario, el cliente, quien tiene que elegir el mejor producto para él, el mejor producto para mejorar en su día a día laboral y personalmente.
Por tanto, si partimos de las diferencias indicadas anteriormente, Apple creó unas gafas pensadas para la realidad aumentada, mientras que las Meta Quest buscaron en todo momento una realidad virtual, pero con tintes de capacidad aumentada.
Esta diferencia no es menor, ya que, en función de cómo avance la industria de las gafas de realidad aumentada o virtual, marcarán la senda del futuro. En esta biifurcación a día de hoy hay camino para ambas, pero quizá dentro de 5 años, y siendo conscientes de cómo está avanzando la tecnología, una de las dos será la ganadora.
Con la realidad virtual, estás profundamente inmerso en el juego que estás jugando, hasta el punto de que parece estar a tu alrededor. O estás viendo una película en una pantalla gigante. Esto a la larga es mucho más eficiente que pasar X horas jugando a un juego, porque, al fin y al cabo, el trabajo es clave para desarrollarnos como personas, pero jugar a videojuegos no.
¿Hacia dónde se centra el mercado?
De momento, podríamos pensar que ambas tecnologías son el futuro, pero que ambas juegan “aisladas entre sí”, es decir, hay críticos que se quejan de las limitaciones de las Meta Quest al igual que critican duramente los problemas de las Vision Pro.
Ahora bien, la diferencia radica en el tiempo y el desarrollo. Apple parece que no va a lanzar una segunda generación de las Vision hasta prácticamente 2027, es decir, hasta dentro de tres años, mientras que Meta tiene claro que hay que incluir cada actualización potenciando mucho más un producto que tiene una buena hoja de ruta, pero sigue con el problema que hemos descrito anteriormente: solo sirve para jugar.
Cuando analizamos las Vision Pro, nos recuerda al primer Macintosh y cómo ha evolucionado a lo largo de los años; o el primer Watch, que estaba muy limitado y que poco a poco se ha convertido en una máquina de ganar dinero después de 10 generaciones.
Esto último es de suma importancia, ya que tanto la plataforma de Vision de Apple como VisionOS tienen un gran potencial y parece que será el futuro de la tecnología. Con un precio de 3.500 euros es un producto difícil de vender hoy en día, de ahí su comparativa con la Quest, que por 500 euros te permite jugar a videojuegos y tiene el apellido “virtual”.
Dentro de 10 años, cuando Apple haya dominado la tecnología, no tendremos dudas de que pagar 3500 euros por un ordenador computacional será barato, al igual que lo es hoy pagar 3.000 euros por un MacBook Pro, porque sabes que vas a trabajar con él de forma profesional. En cambio, las Quest nunca podrán valer ni ofrecer lo que ofrecen las de Apple, porque, más allá de jugar, seguirán “aisladas”, mientras que las Vision Pro seguirán ganando terreno y nuevas áreas de actuación.