Tendemos a conocer como «disco duro» a todo aquel disco de almacenamiento que lleve un ordenador como los Mac. Sin embargo, siendo lo más precisos posible, este nombre hace referencia a los HDD, que vienen a ser los discos mecánicos clásicos. Por otro lado tenemos los SSD que hacen referencia a las unidades flash que se utilizan en la actualidad y superan a los anteriores. Pero, ¿por qué? Te lo contamos.
Si tienes un Mac antiguo, ten esto en cuenta
No pretende este artículo ser una guía en la que explicar todos los pormenores de los discos de almacenamiento, pero queremos que tras leer esto puedas tener claras unas conclusiones acerca del motivo por el cual cambiar el disco de un MacBook por un SSD puede ser una gran opción si quieres hacer renacer a tu viejo ordenador.
Los HDD, cuyas siglas en inglés hacen referencia a Hard Drive Disk, eran las unidades de almacenamiento por antonomasia hace unos años para cualquier ordenador. Sin embargo los SSD, siglas de Solid State Drive, ofrecen a día de hoy muchas más ventajas y son más recomendables para un ordenador cualquiera, Mac incluidos. Algunas de las más importantes son estas:
- Mayor velocidad a la hora de leer y escribir datos, haciendo que el ordenador sea al final más eficiente.
- Menor tamaño que permite a los fabricantes ahorrar espacio en el interior del dispositivo para añadir otros componentes como más batería o hacer más liviano el equipo (especialmente destacable en portátiles).
- Mayor durabilidad a largo plazo, ya que los HDD tienden a desgastarse mucho antes y a veces con un simple golpe se podrían corromper sus datos, siendo más resistentes los SSD.
- En modelos externos es también determinante la elección de un SSD por tema de tamaño y portabilidad, siendo en este caso también la mejor opción a elegir si se quiere tener una unidad externa en la que guardar datos aparte del Mac.
Y aunque hay que decir también que los SSD son más caros, al final puede acabar compensando. Apple limita mucho las reparaciones o sustituciones de piezas de sus equipos, pero si tienes un iMac o MacBook antiguo, puedes darle una vida completamente nueva como te decíamos anteriormente. Lógicamente no va a poder seguir actualizando a nuevas versiones de macOS porque el resto de piezas si que pueden haber quedado obsoletas, pero al menos será un útil equipo de emergencias o de uso secundario.
Un dilema que ya no está en los nuevos Mac
Hay que decir que todo esto que venimos comentando en el artículo no es ya un problema si vas a comprar un nuevo Mac. Toda la gama actual de ordenadores de Apple ofrece ya de serie este tipo de discos de almacenamiento, por lo que no te verás en el dilema de tener que elegir uno u otro. Sin embargo debemos recordar que hasta hace no mucho tiempo, seguíamos encontrándonos la opción de discos duros HDD.
No era este el caso de los MacBook, pero si de los iMac. El modelo de 21,5 pulgadas lanzado en 2019 estuvo vigente hasta hace solo unos meses (cuando llegó el iMac M1) y en ese equipo se ofrecía Fusion Drive, que es un mix entre HDD y SSD que realmente no acababa por contentar a todos, ya que gran parte del almacenamiento que usaba era en el disco mecánico y esto los hacía tremendamente lentos.