Steve Jobs cumpliría 66 años: su TOP 3 de mejores productos en Apple
El 5 de octubre de 2011 fallecía el mítico cofundador y CEO de Apple, Steve Jobs. Unos meses antes, en concreto el 24 agosto de aquel año, había abandonado su puesto en la empresa para centrarse en su recuperación. Si hoy 24 de febrero de 2021 siguiera con nosotros estaría cumpliendo 66 años. Saber si hubiese vuelto a Apple y cómo habría sido esta etapa es pura hipótesis, pero no así la historia que marcó en la compañía y en la industria. Repasamos a continuación cuales son sus productos más icónicos durante sus dos etapas en la compañía.
Escogemos solo tres productos, lo cual lejos de ser algo sencillo se hace tremendamente complicado si tenemos en cuenta la tremenda subjetividad que conlleva esto. La fundación de Apple data de 1976, momento en que Jobs oficializó la compañía junto a Steve Wozniak y el desconocido Ronald Wayne. En 1985 se vio obligado a marcharse para regresar en 1997 y a lo largo de ese tiempo han sido muchísimos los productos que ha dejado, con más o menos éxito, pero siempre con el afán de revolucionar el mundo como decía incansablemente a aquellos que le rodeaban.
El Apple I fue el inicio de todo
La historia dice que el verdadero mérito técnico de que el primer ordenador de Apple pudiese ser realidad le corresponde a Steve Wozniak como creador. Méritos no le sobran a Woz, aunque la historia dice que la idea de mostrarlo al mundo y comenzar a comercializarlo fue de Jobs, quien en buena parte empezó a ganarse el adjetivo de visionario.
Este Apple I se considera como uno de los primeros ordenadores personales y a diferencia de lo que ocurre hoy con medio mundo mirando los eventos de presentación de Apple, en aquella época las computadoras estaban enfocadas al entorno empresarial e industrial, con grandes armatostes que solo los ingenieros cualificados eran capaces de manejar. Tuvo que ser vendido con técnicas de puerta a puerta, ya que su presentación oficial en el Howebrew Computer Club en 1976 no acabó de salir del todo bien.
La encomiable tarea de Jobs y Wozniak no trajo consigo un nivel de ventas realmente reseñable, pero si lo suficiente como para que empezasen a trabajar enseguida en la segunda y definitiva generación que catapultó a la compañía. El ordenador como tal no era lo más estético del mundo, pero combinaba una minuciosa placa base de componentes con microprocesador con un teclado que, conectándolo a una televisión, podía llevar el mundo computacional a cualquier hogar.
El Macintosh maldito que dinamitó su estancia en Apple
Ya decíamos que no todos los productos icónicos tendrían porque estar asociados al éxito, ya que el proyecto Macintosh fue de todo menos exitoso para Jobs y Apple. Tras el empeño y posterior fiasco con el Apple Lisa, el CEO quería poner toda la carne en el asador con este ordenador. Su abultado precio hizo que las ventas no fueran lo suficientes como para tapar el monto de gasto que había supuesto a Apple desarrollar el ordenador, lo que crispó todavía más la relación de Jobs con la junta de accionistas haciendo que en 1985 tuviese que abandonar su propia compañía.
Para la historia quedará esa anécdota, pero también el conocidísimo anuncio titulado «1984» en el que se promocionaba el lanzamiento de este ordenador sin ni siquiera mostrarlo. Numerosos expertos lo han catalogado como el mejor anuncio de la historia. En el se asociaba a IBM, rival de Apple por aquella época, como una especie de empresa tirana gobernada por el Gran Hermano. Una joven irrumpía entre el rebaño de personas aborregadas por estos y rompía la pantalla por la que hablaba el poderoso líder, dando paso al anuncio de que en 1984 se lanzaría un poderoso ordenador de la manzana.
El Macintosh 128K gozaba de un diseño tremendamente atractivo para los tiempos. Contaba con una interfaz mejorada en la que Jobs puso todo su empeño para poder orientarla a un público masivo. Pese a todo, como advertíamos anteriormente, fue un fracaso. De las 100.000 unidades producidas solo 70.000 tuvieron salida en el mercado. Quién les iba a decir que más de tres décadas después se consideraría un producto icónico y solo al alcance de los coleccionistas.
iPod y iPhone, inseparables por su trascendencia
¿Pensabas acaso que íbamos a obviar los dos productos modernos que más han significado en sus respectivas industrias? Pese a ser dos productos diferentes, podemos catalogarlos como uno solo y ya no porque sus respectivas evoluciones han acabado dejando productos similares, sino porque ambos han trascendido en la historia por revolucionar sus mercados.
El iPod en 2001 y el iPhone en 2007 cambiaron por completo el paradigma de Apple y la catapultaron a ser lo que es hoy en día: la empresa más valiosa del mundo. Jobs sacaba de forma icónica el primer iPod de su bolsillo en ese recordado evento celebrado un 23 de octubre. «1.000 canciones en tu bolsillo» no solo fue la frase que pronunció en aquel escenario, sino también el posterior eslogan de venta de un producto que cambió la forma de escuchar música e incluso comprarla, dando paso al mercado de plataformas digitales que iTunes lideró durante años.
El iPhone por su parte tuvo un estreno más discreto por las reticencias de buena parte de los mal llamados «expertos». Un teléfono de 3,5 pulgadas de pantalla capacitiva, sin teclado y en el que se puede navegar por internet. ¿Quién iba a querer eso? Pensaron muchos. El tiempo acabó dando la razón a la apuesta de Jobs y los iPhone son los teléfonos más vendidos del mundo e hizo que la industria cambiara por completo su visión e incluso se llegó a decir que Apple iba 5 años por delante gracias a sus avances.
Tener un sin fin de canciones en el bolsillo y tener también un ordenador es lo que en resumidas cuentas han supuesto el iPod y el iPhone, algo que además ahora va de la mano si tenemos en cuenta que este último es el heredero natural del reproductor.
Para bien y para mal, Steve Jobs marcó una época. Como decíamos al inicio, quién sabe que hubiera sido de Apple si pudiera haber seguido al frente. En cualquier caso, en el sexagesimo sexto aniversario de su nacimiento conmemoramos al rostro más ilustre de la compañía de la que hablamos cada día. ¡Felicidades Steve!
Y para ti, ¿cuál ha sido el producto más icónico de Steve Jobs?