Desde hace tiempo llevo pensando que es momentos de cambiar mi MacBook Pro con Intel por un MacBook con procesadores Apple Silicon. Sin embargo, tengo algunas dudas al respecto y en el artículo de hoy te quiero comentar cuáles son y qué conclusiones extraigo de la comparativa entre dispositivos.
El dilema de elegir entre el MacBook Air M2 y el MacBook Pro M3 se ha convertido en una preocupación común para aquellos que desean un rendimiento excepcional y una experiencia de usuario inigualable, entre los que me incluyo. Así que echemos un vistazo a los aspectos claves de estos dispositivos.
Despidiendo a la era Intel: Por qué es importante migrar a Apple Silicon
Uno de los puntos más importantes a tener en cuenta es la transición de Apple hacia sus propios procesadores, conocidos como Apple Silicon. En mi caso, con el MacBook Pro de 2019 que actualmente utilizo y que usa procesador Intel, he experimentado problemas de rendimiento, como el sobrecalentamiento y el ruido excesivo del ventilador. Problemas que me resultan muy molestos y que se agravan en ciertas épocas del año como el verano. Estos inconvenientes me resultan frustrantes, especialmente cuando trabajo en tareas más intensas como la edición de video en Final Cut Pro o el desarrollo de aplicaciones.
La arquitectura de Apple Silicon ha demostrado ser mucho más eficiente en términos de consumo de energía y rendimiento. Los nuevos MacBooks con Apple Silicon ofrecen un rendimiento mucho mejor y una experiencia más silenciosa en comparación con los procesadores Intel.
Además, Apple ha anunciado que continuará desarrollando sus sistemas operativos, como macOS, con un enfoque principal en la compatibilidad con los dispositivos basados en Apple Silicon. Esto significa que, a medida que el tiempo avance, los Mac con procesadores Intel podrían quedar en desventaja, sin acceso a las últimas características y mejoras de software. Por lo tanto, migrar a un MacBook con Apple Silicon es una decisión que quiero tomar en los próximos meses.
El gran dilema: MacBook Air M2 vs. MacBook Pro M3
Mi dilema reside ahora mismo entre estos dos dispositivos; el MacBook Air M2 y el MacBook Pro M3. Ambos son excelentes dispositivos, pero cada uno tiene sus propias ventajas y desventajas.
MacBook Air M2: La elección más ligera y mejor de precio
El MacBook Air M2 es conocido por su diseño delgado y ligero, algo que me vendría genial porque viajo a menudo y me gusta llevar siempre conmigo el MacBook. Su procesador M2 ofrece un rendimiento impresionante para la mayoría de las tareas diarias, como la navegación web, el procesamiento de documentos y el correo electrónico y creo firmemente que sería más que suficiente para mis tareas de edición de vídeo, creación de contenido y desarrollo. Además, su sistema de refrigeración sin ventilador garantiza que el dispositivo se mantenga en silencio, no como mi MacBook Pro actual.
Cuando se trata de la edición de video en Final Cut Pro y la creación de contenido, el MacBook Air M2, como os comentaba antes, sigue siendo una opción viable. Gracias al chip M2, debería ser capaz de manejar proyectos de edición de video y tareas de diseño gráfico sin problemas. Sin embargo, se dice que si planeas trabajar en proyectos más exigentes o edición de video de alta resolución de manera regular, es posible que exista una diferencia en el rendimiento en comparación con el MacBook Pro M3.
MacBook Pro M3: El rendimiento profesional
El MacBook Pro M3, por otro lado, parece ser la elección preferida para profesionales que requieren un rendimiento excepcional en el día a día de su trabajo. Su procesador M3 ofrece un impulso significativo en términos de potencia de procesamiento y capacidad de respuesta, lo que lo convierte en la opción ideal para tareas intensivas como la edición de video en 4K o 8K, renderización 3D y desarrollo de aplicaciones.
Además, su pantalla Retina con tecnología Mini-LED ofrece una calidad de imagen excepcional y una reproducción de colores precisa, lo que es muy importante para la edición de vídeo y fotografía.
VisionOS y el futuro de la programación
Otro factor importante a considerar es mi interés en desarrollar aplicaciones para VisionOS, el sistema operativo de Apple diseñado específicamente para dispositivos de realidad aumentada y virtual. Actualmente, la programación para VisionOS sólo es posible en Macs con procesadores Apple Silicon, lo que limita las opciones si continúo utilizando mi MacBook Pro de 2019 con procesador Intel.
Conclusión: ¿Cuál será mi elección final?
Por un lado, la migración a un MacBook con Apple Silicon es una decisión que ya tengo tomada desde hace un tiempo. Dada la mejora de rendimiento y la futura compatibilidad de software, es absolutamente necesaria. Si el presupuesto lo permite, el MacBook Pro M3 es la elección definitiva pero creo que quizás el MacBook Air M2 sea una opción más conservadora e igualmente válida para mí Por lo que de momento me decanto en pensar que a principios de 2024 voy a adquirir este MacBook.