A la hora de adquirir un ordenador de sobremesa de Apple tenemos diferentes opciones. La más común o popular puede ser un iMac, sin embargo, también tenemos los Mac Mini, o incluso un portátil conectado a un monitor.
Son muchas las posibilidades, pero para mí hay un claro ganador, en todos los aspectos, y son los Mac Mini, y hoy te voy a dar la opinión y razones para que elijas este antes que cualquier otro, dentro del ecosistema de Apple.
¿Por qué elegir un Mac Mini?
En primer lugar, y antes de continuar, hay un motivo por el cual elegir antes un iMac, y es el trabajo, ya seas diseñador gráfico, productor, o cualquier otro tipo de empleo, donde la calidad de imagen y pantalla sea muy importante para ti, ya que todos conocemos a esta marca por ser la mejor en ese aspecto.
Ahora bien, si eres un simple usuario más, como yo, un Mac Mini es lo mejor que puedes adquirir. Dentro de sus ventajas nos encontramos varias. La primera es claramente el precio, el cual será la mitad que un iMac. Eso sí, nos vendrá sin pantalla, aunque esto, aparte de ser una contra, también puede ser una ventaja, pues el equipo pesa 1 kg solamente, y podremos llevarlo donde queramos.
Es decir, si lo vamos a utilizar como sobremesa, adquirir una pantalla grande, en 4K, curva, o lo que deseemos es una gran opción que no podremos hacer con un iMac, ya que sus dimensiones son las que son. Además, si nos vamos de viaje podremos llevarlo, conectarlo incluso a la TV de un hotel y disfrutar de él como si fuera un portátil.
Respecto al resto de características, podemos elegir la potencia y precio que deseemos, pero como decíamos, salvo por un tipo de trabajo o requisito muy especial, los Mac, en todas sus versiones, son ordenadores muy fluidos y que no notaremos un bajo rendimiento en ninguno de ellos, sino todo lo contrario.
En este momento un Mac Mini puede adquirirse por un precio «ridículo» si contamos ya con una pantalla o monitor donde enchufarlo. Tendremos un ordenador muy útil, fluido, ligero y eficaz por el mismo coste que un portátil de gama media o baja.
En resumen, salvo ocasiones muy especiales, adquirir un Mac Mini es todo lo que la mayoría de gente necesita. Podrás adaptarlo al monitor que desees y llevártelo a cualquier lado contigo. Un iMac está genial, y tiene una pantalla de retina impresionante, pero estarás pagando el doble o el triple por tener básicamente lo mismo, ya que el rendimiento de ambos, salvo en situaciones puntuales, será igual, y no lo notarás.
Hay que tener en cuenta que esto es una opinión personal basada en la experiencia de uso en ambos equipos, pero cada uno puede tener sus pros y contras para elegir el que más le guste, así que déjanos un comentario con tu opinión y la razón para escoger uno u otro, seguro que le ayuda mucho a alguien que esté dudando en cuál comprar.