Mis amigos saben dónde trabajo. Y también saben lo mucho que me gusta «cacharrear» con las nuevas cositas tecnológicas que se van lanzando al mercado. Y más aún, si estas son de Apple y son ordenadores. Junto con los nuevos procesadores M3, varios modelos de la gama de Mac se han renovado. Así que si tú, amiga o amigo, quieres comprarte un Mac de última generación y no sabes a por cuál ir, aquí te voy a recomendar el que yo mismo me compraría.
Como periodista, me gusta dar a conocer las bondades y lo mejor de todo lo nuevo que se presenta. Así como también, contar las sombras, cuando se dan. Y el conocer todo esto, también me afecta como consumidor de estos productos.
Por ello, no hay recomendación más sincera que la de un amigo. Si me conoces y lees esto, sabrás de lo que te hablo. Si todavía no nos conocemos, es todo un placer, y espero que la recomendación del anónimo que escribe estas líneas, pueda darte un aporte positivo. Empecemos.
Tienes claro que quieres un MacBook Pro de última generación
En los párrafos siguientes voy a hablar con perspectivas de alguien que me pregunta por un Mac con M3. Sin embargo, como hay más de una decena de configuraciones diferentes, se genera una coctelera de ideas, y llega un punto en el que la ceguera por exceso de información toma el relevo.
Así que, llegados a este punto, te voy a dar dos respuestas. La corta: MacBook Pro de 14 pulgadas con M3 Pro, CPU de 11 núcleos, GPU de 14 núcleos, 18GB de memoria unificada y 512GB de almacenamiento interno SSD. Y color Negro Espacial.
La respuesta larga: A continuación te cuento el por qué he elegido esta configuración.
Por qué un tamaño de 14 pulgadas
Este MacBook Pro que he escogido tiene un por qué. Y es la combinación entre potabilidad y potencia. Gracias al M3 Pro tenemos compatibilidad de conexión con hasta dos monitores externos, y pueden ser tan grandes como quieras. Sumados a una pantalla principal de 14 pulgadas, podemos tener una configuración de escritorio en la que vamos a tener una gran cantidad de espacio de trabajo. O de estudio.
Gracias a las conexiones Thunderbolt y al puerto HDMI tenemos acceso a gran cantidad de monitores que podemos utilizar. Así pues, me gusta aplicar la metáfora de la Nintendo Switch: Llegas, conectas, y todo se ve a lo grande. Te vas, desenchufas, y tienes toda la potencia en un equipo compacto. Y en el caso de las 16 pulgadas, no creo que sea el más idóneo para llevarnos a donde queramos, si nuestra intención es trabajar en movilidad.
Optimización de recursos
El MacBook Pro es un ordenador pensado para el sector profesional. No obstante, si te vas a adentrar en un proyecto de largo recorrido, o quieres un ordenador que, pase lo que pase, trabajes en lo que trabajes, se va a adaptar, es también una opción.
Pero todo, con mesura. Ni tanto, ni tan poco. La configuración que he elegido parte de la idea en la que no vamos a tener componentes de sobra que no vayamos a usar. ¿8TB de SSD? ¿128GB de RAM? A no ser que trabajemos en algo muy potente, no te lo niego. Pero para usos semiprofesionales y profesionales, en una suma mayoría de casos, vamos a tener 18GB de RAM con los que vamos a tener un margen enorme para realizar tareas.
¿Que te preocupa el espacio de almacenamiento? Soy de los que piensan que, en un portátil, cuanto menos guardes, mejor. Para mi, las copias de seguridad son el undécimo mandamiento. Por ello, los discos duros externos y el estar en las nubes son mis salvavidas. Además, se trata de un equipo que llevamos a todas partes. Un tirón, y adiós Mac. Y adiós datos. Y no queremos que esto pase.
Para qué un MacBook Pro
Edición de imágenes en alta resolución. Diseño gráfico. Maquetaciones. Edición de vídeo en 4K y 8K. Renderizado de modelos en 3D. Programas especializados de medicina, meácnica, arquitectura o ingeniería. Grabación de música. Edición de audio. Un set-up de streaming. Un ecosistema de dispositivos que se interconectan entre sí para tener flujos de trabajo optimizados. Redacción de artículos para La Manzana Mordida.
Como ves, hay un sinfín de opciones a por las que podemos apuntar. En mi caso, tengo un MacBook Pro de 13 pulgadas, del 2017, con 16GB de RAM, y un Intel i7. En ese momento decidí apostar por una configuración equilibrada, con un balance de especificaciones que me pudieran dar un margen lo suficientemente amplio para mantener el ordenador lo máximo posible.
Si decides ir a por la configuración que te he recomendado, te vas a gastar 2.549 mortadelos. No es una cifra banal. Soy consciente del dinero que te puedes llegar a desembolsar (y pido perdón por adelantado a quién se lo vaya a gastar, porque es un gasto que de primeras, duele). Pero se trata de un ordenador equilibrado, y que te va a durar muchísimos años. Y la inversión se amortiza.