Siempre trabajo con mi MacBook Pro de 13 pulgadas, sea para el tipo de tarea que sea. En movilidad, el tamaño de pantalla es ideal. En mi casa, trabajo siempre con dos pantallas a la vez, conectando un monitor externo por cable. No obstante, recientemente he tenido la oportunidad de probar algo que no se me había ocurrido: hacer que la tele sea mi segundo monitor externo. El Apple TV se ha convertido, sin yo quererlo, en mi gran aliado del trabajo.
Estoy unos días fuera de mi casa, y no tengo mi monitor. Pero sí que hay una tele grande con un Apple TV del 2017 conectado. y dije: ¿por qué no hacer la prueba? Definitivamente, mi flujo de trabajo es mucho más práctico y versátil gracias a la conexión sin cables (adiós, adaptadores del Mac) y a que mi monitor externo es una televisión, con la que puedo tener mucha más área para ver los contenidos.
Gracias a que uso la tele como un segundo monitor, tengo una pantalla gigante con la que tener la información que me interesa de un vistazo, y uso el MacBook como pantalla principal, en la que hago las labores de escritura.
El Apple TV es mi nueva herramienta favorita para trabajar
Tanto mi ordenador, como el Apple TV son del 2017. Y lo cierto es que el funcionamiento es excelente. El Mac dispone de un ajuste que permite hacer AirPlay y usar la tele como pantalla independiente. De esta manera, tengo dos áreas de trabajo, en vez de un espejo grande.
El retardo es mínimo, y la configuración de mis pantallas consiste en tener un monitor encima del otro. Esto se puede hacer en Ajustes del Sistema > Pantallas > Alinear. Gracias a esta configuración, puedo decirle al Mac que la pantalla del ordenador está abajo. Y si quiero poner el mouse en la tele, el desplazamiento se realiza pasando el cursor por arriba. Es decir, que se trata de un desplazamiento en vertical.
Lo que he ganado con el Apple TV
Lo mejor de tener un Apple TV para trabajar es todo lo que he ganado. Para empezar, tengo toda la pantalla del ordenador para tener las aplicaciones imprescindibles. En cuanto a la tele grande, tengo un prompter gigante en el que tengo la información que necesito. Del mismo modo, programas de edición como Affinity Photo, para configurar las portadas y diseñar imágenes, ahora se ven en un tamaño enorme.
Gracias a esto tengo mucha más precisión y, gracias a que tengo las aplicaciones distribuidas en varios escritorios, pasar de una a otra ahora es mucho más sencillo. Y no puedo obviar el hecho de trabajar sin cables y poder moverme más libremente con el ordenador, si quiero estar en posiciones más cómodas (o incluso, si quiero trabajar de pie). No tengo que usar adaptadores, no tengo que preocuparme por la longitud del cable, y la calidad de imagen es espectacular. No hecho de menos el HDMI. Y en cuanto al sonido, todo lo escucho a través de los altavoces de la tele.
También me he dado cuenta de lo estable y sólida que es la conexión vía AirPlay 2. Sencillamente, impresionante. Honestamente, nunca me había planteado el hecho de usar el tv box como herramienta de trabajo. Y a partir de ahora, quiero que forme parte de mi ecosistema.