Es posible que en algo menos de dos semanas conozcamos ya al nuevo Apple Watch Series 7, un reloj que cambiará su diseño por primera vez en la historia de la marca de la manzana. Precisamente en este contexto de próximo lanzamiento, desde The Wall Street Journal han avanzado proyectos de Apple para mejorar en el sector de la salud junto a este dispositivo. Aunque la parte negativa y que avanzábamos en el titular es que con casi total probabilidad, no las veremos en esta próxima versión.
Nuevos sensores que ayudarán a la salud
En el citado medio mencionan que fuentes internas de la compañía dirigida por Tim Cook les ha permitido tener acceso a datos internos en los que se detallan algunos de los planes de desarrollo en torno al Apple Watch. ¿Lo más destacado? Pues de primeras un termómetro que serviría, como no podía ser de otra forma, para realizar una medición de nuestra temperatura interna. Esto es algo que ya se había rumoreado mucho y que parece que podría ser una realidad en 2022 y quien sabe si con un sistema de alertas cuando se tiene fiebre o algo similar.
Otro sensor que se está barajando implementar es el que mide la presión arterial, pudiendo destacar cuando esta va en aumento y por tanto alertar de hipertensión. Y esta es una función que hubiera gustado a Apple implementar ya este año, pero afirman en TWSJ que al parecer se han enfrentado a problemas para lograr desarrollar esta tecnología por completo.
Se cree que la problemática encontrada tiene relación con la forma en que se realizaría la medición, dado que no se haría mediante un manguito inflable como se suele realizar, sino mediante un complejo sistema de medición de ondas de un latido a través de las arterias. Un sistema que al final requiere de muchos reajustes que, desgraciadamente, todavía no han recibido luz verde.
¿Qué traerá el Series 7 en este ámbito?
Probablemente nada. O al menos nada nuevo. Por supuesto que el próximo reloj de Apple continuará trayendo funciones que han sido añadidas a lo largo de estos años, como es el caso del medidor de frecuencia cardíaca, el electrocardiograma o el medidor de oxígeno en sangre, este útlimo siendo una de las grandes diferencias entre el Apple Watch Series 7 y el Apple Watch Series 4. Sin embargo no se espera que traiga ninguno de los que comentábamos que se están desarrollando, básicamente por eso, dado que la finalización del Series 7 se debió cerrar a principios de año.
Es evidente que algunos de estos podrían haber sido muy beneficios de introducir, ya no en el Series 7, sino en el Series 6 del pasado año. Y todo ello a tenor de la pandemia de la COVID-19, pero hay que tener en cuenta que más allá del proceso de desarrollo técnico, estas funciones precisan también de aprobación por parte de varias entidades médicas.

Siempre puede haber alguna sorpresa y que, combinando los sensores ya expuestos, pueda surgir alguna nueva app con la que interactuar y obtener datos más amplios o precisos. Pero tampoco parece que vaya a haber nada revolucionario en este sentido. Al final las mejoras que traerá, más allá de un cambio estético, será un frontal más aprovechado con pantallas algo más grandes y un aumento de la batería que ya le iba haciendo falta.