En algún momento de tu vida te has planteado la problemática y la responsabilidad que tiene elegir entre un sobremesa o portátil y más si hablamos de un equipo caro, de un equipo que sirve para trabajar diariamente y de forma profesional. Hoy, vengo a contaros el problema que tengo cuando me he visto con un sobremesa top y un portátil que ofrece un rendimiento muy debajo del mínimo exigible.
El problema de tener que elegir
Cuando salieron los Apple Silicon de primera generación, adquirí el Mac mini M1 con 16 GB de memoria RAM y 512 GB SSD, es decir, un equipo mini, pero muy bien equipado, una unidad profesional, sobre todo cuando conoces el rendimiento impresionante que ha dado durante estos tres últimos años.
Cuando te compras un Mac, sabes que tienes un equipo para 5-6 años como mínimo y, por tanto, dije «si tengo un MacBook Pro como equipo secundario, y el Mac mini como equipo principal, tengo una combinación perfecta y más económica que si adquiero un iMac».
Tres años después me veo en un verdadero problema de 2.000 euros que debo atajar lo antes posible, puesto que el MacBook Pro ha pegado un bajón de rendimiento extraordinario, donde ha dejado de ser un equipo secundario a prácticamente un dispositivo residual. El problema viene ahora, cuando soy consciente de que una vez en semana tengo que viajar por motivos de trabajo y el MacBook a día de hoy no suma en productividad, sino más bien resta.
¿Vender mi Mac mini o gastarme 2.000 euros?
Actualmente, tengo abiertas dos líneas de actuación que marcarán mi flujo de trabajo para mis próximos meses y años. Por un lado, puedo optar por vender mi MacBook Pro de 13 pulgadas en Apple Trade In y el Mac mini y financiar un MacBook Pro de 16 pulgadas. Por otro lado, financiar un MacBook Air de 15 pulgadas para que no haya ningún cambio en mi flujo de trabajo de diario y tener dos equipos con las mismas especificaciones.
El MacBook Air tendría que equiparlo como mínimo con las prestaciones que tiene mi Mac mini, es decir, 16 GB de RAM y 512 SSD, es decir, gastarme 2.000 euros en un MacBook Air, un valor económico bastante elevado. En cambio, si busco un equipo más tope de gama y que sirva en un futuro para reemplazar mi Mac mini, tendría que decantarme por una opción de 16 pulgadas, con un precio de 3.000 euros.
La solución es bastante compleja y todo es debido al bajón de rendimiento que ha tenido mi MacBook Pro, un equipo que con seis años, ya no recibe actualizaciones del sistema, activándose los ventiladores cuando visualizo un vídeo en YouTube, estoy redactando un artículo o quiero abrir la aplicación de Pixelmator Pro. Si en procesos tan sencillos, está llegando a su límite de rendimiento, imagínate cuando intente abrir aplicaciones como Figma o Adobe Photoshop.
¿Cuál es la mejor solución? Sinceramente, es posible que intente vender ambos dispositivos antes de que se devalúen más y adquirir un MacBook Pro con chip M3 Pro. Los Mac, a diferencia de lo que dicen muchos usuarios, no son para toda la vida, más bien, diría que los ordenadores de la época de Steve Jobs sí son para toda la vida. Los actuales, te aseguro que no.
¿Qué Mac es mejor opción para ti?
Lo primero que tenemos que preguntarnos antes de decantarnos por un Mac es la siguiente pregunta: ¿Qué tipo de usuario eres?, ¿qué uso le vas a dar? Intentad responderlas con sinceridad a vosotros mismos.
Una vez que has respondido a las cuestiones citadas, vamos a realizar una división de productos en función de los diferentes trabajos que hay en la actualidad.
Si eres un profesional creativo o un tipo de usuario que va a siempre va a buscar una máquina que responda con soltura en tareas en 3D y con una gran capacidad de almacenamiento, las mejores opciones son el MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas con chip M3 Pro, Mac mini M2 Pro y el Mac Studio. El Mac Pro lo hemos descartado de esta ecuación porque casi nadie que esté leyendo este artículo tendrá en mente elegir este dispositivo.
Los chips M3 Pro y M2 Pro son muy capaces para realizar diferentes tareas en 3D, edición de imágenes, edición de vídeo profesional, etc. Con ambos procesadores puedes conectar hasta dos monitores, ambos tienen una GPU de 12 núcleos y una GPU hasta de 16 núcleos en los M2 Pro y hasta 18 en los M3 Pro.
Los modelos más avanzados, como los M3 Max y Ultra, son equipos que ofrecen un rendimiento muy alto y solo se lo recomendaría para aquellos, requieren un equipo que realice procesos de alta carga gráfica y realización de tareas muy complejas como animaciones 3D, tareas en Unreal Engine o grabación de vídeo en 8k.