¿Las actualizaciones ralentizan el iPhone? Mi experiencia va a sorprender a muchos
Apple destaca, entre otras muchas cosas, por el soporte que ofrece a sus terminales desde el momento del lanzamiento, actualizando el dispositivo hasta 6 e incluso 7 años más tardes de su compra. De esta manera, la compañía de Cupertino mantiene el dispositivo al día en términos de seguridad y rendimiento, pero abre un debate: ¿realmente mejora la experiencia de usuario o la empeora?
En este artículo, pretendo arrojar algo de luz sobre un tema que genera dos perspectivas opuestas, pues muchos consideran que las actualizaciones mantienen y prolongan la vida del iPhone y, muchos otros, consideran que su batería y el rendimiento general del dispositivo se resienten mucho, por lo que no merece la pena. Mi actual dispositivo, un iPhone 13 Pro Max del 2021, ya va camino de cumplir 3 años y su rendimiento es excelente. Sigue leyendo y descubre qué usos puedes notar empeorados tras actualizar.
La batería, casi como el primer día
Apple, conocida por su enfoque en la innovación y la excelencia del diseño, se enfrenta a un desafío único: equilibrar la introducción de nuevas funciones y mejoras con el mantenimiento del rendimiento en dispositivos más antiguos. Con cada actualización de software, la compañía busca ofrecer a sus usuarios una experiencia óptima, pero este objetivo puede chocar con la realidad de que los dispositivos más antiguos pueden no tener la potencia de procesamiento o la capacidad de memoria para manejar las últimas actualizaciones.
Bien es cierto que los modelos de mayor tamaño de pantalla incluyen una batería con mayor autonomía, y a pesar de que ya ha pasado mucho tiempo desde que lo adquirí y la salud de la misma se ha deteriorado un 13 %, cantidad más que considerable, no he notado una caída tras cada actualización.
Bien es cierto que no he realizado pruebas de duración para comparar, por lo que no puedo apuntar datos tangibles. Sin embargo, mi experiencia diaria me lo confirma: sigo llegando a la noche con más de un 20-30% y eso, para mí, supera todas las expectativas.
Si tuviese que confesar algo, tal vez sí pude apreciar una leve caída en la duración de la batería tras cada cambio de generación de software, sobre todo en la última, tras el paso de iOS 16 a iOS 17, pero nada que no entre dentro de lo normal, para un terminal lanzado en 2021.
Solo Apple podría hacerlo así
Sí, creo que solo con este dispositivo móvil, propio de Apple, podría estar así de contento tras tres años de uso. Su rendimiento es como el primer día, y tengo en cuenta que hago un uso bastante exigente del terminal, con edición de fotos a menudo, de vídeo de vez en cuando, mucho manejo de aplicaciones, atajos, automatizaciones, etcétera. Sin embargo, mi iPhone se desenvuelve a la perfección.
También reconozco que me temo que este año, con la llegada de iOS 18, esto deje de ser así. Veremos qué funciones de Inteligencia Artificial incluyen, si es que llega a este tipo de terminales no tan nuevos, y cómo es capaz de adaptarse a funcionalidades para las que probablemente no fueron diseñados.
Las actualizaciones de iOS en iPhones suelen incluir nuevas funciones, mejoras de seguridad y optimizaciones. Sin embargo, en terminales más antiguos, estas actualizaciones pueden ralentizarlos debido a mayores demandas de procesamiento y memoria. Los nuevos sistemas operativos están optimizados para hardware más reciente, lo que puede sobrecargar el rendimiento de dispositivos menos avanzados.
El debate sobre las actualizaciones de software en dispositivos más antiguos de Apple es complejo y da lugar a diversas opiniones. Si bien existen preocupaciones legítimas sobre el impacto en el rendimiento y la duración de la batería en modelos más antiguos, mi experiencia con el iPhone 13 Pro Max ha sido positiva. Continuaré actualizando mi dispositivo, confiando en que Apple seguirá optimizando sus actualizaciones para ofrecer una experiencia equilibrada y satisfactoria a todos sus usuarios, independientemente de la antigüedad de sus dispositivos.