Con la presentación de los Google Pixel 8, la compañía norteamericana ha presentado un nuevo hito en cuanto a soporte de dispositivos, alcanzando los 7 años de actualizaciones, dos años más que los dispositivos de la manzana mordida y 3 años más que la compañía coreana. Ahora bien, ¿es una jugada de marketing fantástica o puede generar un resultado crónico en el futuro? Vamos a ver las dudas que me genera este último movimiento de la empresa norteamericana.
Esta decisión me genera importantes dudas
Ofrecer siete años de actualizaciones es algo que era impensable hace dos generaciones de Google, cuya sección de teléfonos móviles prácticamente estaba en una decena de países. Ahora bien, dos años después, la compañía norteamericana ha lanzado un dispositivo que pretende revolucionarlo todo, tanto por su hardware como por sus software, ofreciendo hasta 7 años de actualizaciones. Vamos a analizar a continuación esta estrategia y ver si realmente serán reales dichos años o es una jugada de «doble filo».
No tienen el procesador más top del mercado
A diferencia de los iPhone, los Google Pixel no tienen el procesador más potente del mercado en 2023, lo que supone que su rendimiento irá mermando en mayor proporción conforme pasen los años.
Recibir soporte durante 7 años provocará que en los dos últimos años de vida útil del dispositivo, el rendimiento estará muy por debajo del mínimo exigible. Estamos hablando que este dispositivo recibirá soporte hasta 2023 y claro, si analizamos la evolución constante de los procesadores año tras año, solo se me ocurren dos soluciones: Google va a desarrollar de forma exponencial su IA o van a tener que capar las funcionalidades vía software.
Si ofreces siete años de actualizaciones, tienes que ofrecer un rendimiento acorde y sensato. Si en cinco o seis años, el dispositivo es un auténtico pisapapeles, cuidado porque seguro que más de uno se plantea en demandar a la empresa por ofrecer un producto con unas características y prestaciones que no se cumplen a la larga.
Reemplazo de componentes
Tener unidades con tantos años de soporte también significa que vas a tener que ofrecer reparaciones para ellos, porque si no, sería una verdadera «tomadura de pelo» que tu dispositivo actualice, pero que no puedas reemplazar la batería, por ejemplo.
Todo usuario que adquiera el Google Pixel 8 Pro en 2023, en 2030, va a poder reemplazar la batería y Google o la tienda donde realizó la compra tiene que ofrecérselo, generado un verdadero problema de logística y de técnicos especializados. Muy probablemente en 7 años, los dispositivos que tengamos en el mercado serán completamente diferentes a los que tenemos en la actualidad.
Caída de ventas
Los ciclos de ventas de los dispositivos actualmente son de 3 años, es decir, aquel usuario que se haya comprado el iPhone 15 o el Google Pixel 8, hasta dentro de tres años, no va a notar diferenciar reales entre ellos.
Si dentro de tres años, el dispositivo de Google sigue ofreciendo un rendimiento espectacular, habría que plantearse y preguntarte seriamente si merece la pena renovar el dispositivo, ya que no habría cumplido ni la mitad del ciclo de actualizaciones.
A priori, ofrecer tantos años de soporte puede ser una ventaja, pero puede ser un verdadero problema dentro de un lustro cuando los dispositivos de la firma americana tengan un rendimiento espectacular que provoque que muchos usuarios no reemplacen su unidad y la única forma de crecer y ganar cuota de mercado es llegando a más países y emigrar a tu ecosistema a usuarios procedentes de la competencia y eso, es cada vez más complicado por la generación de “ecosistemas” que todas las empresas generan.