Uno de los accesorios de Apple más vendidos son sin lugar a dudas sus fundas. Sin embargo, la compañía de Cupertino cuenta con dos modelos clásicos e icónicos entre los que los usuarios suelen dudar, que son las fundas de piel y las de silicona. Por ello en este post queremos contarte todo sobre ambas, para que así puedas escoger la mejor opción para ti.
Protección, lo más importante
Lo primero que tienes que tener muy claro es que la funda que escojas para tu iPhone tiene que cumplir un requisito primordial, y es la protección que aporte a tu dispositivo. Al final, el principal motivo por el que se le pone una funda al iPhone es para protegerlo, tanto de posibles arañazos que pueda sufrir como también de los golpes, por lo que la protección es vital.
En este sentido, no tienes que preocuparte ni por una ni por otra, ya que ambas cumplen a la perfección con este requisito, siendo además una de las opciones que mejor combinan la protección y la estética de la misma. Así que, si dudabas de la protección que Apple otorga a los iPhone con sus fundas, no tienes de qué preocuparte.
¿En qué se diferencian?
Bien, una vez tienes claro el aspecto más importante que tiene que cumplir una funda, vamos con las diferencias entre estas dos. La más clara y evidente es el material del que están construidas, y es que en un caso es silicona y en otro piel, con sus ventajas e inconvenientes cada una de ellas.
Las fundas de silicona tiene un tacto gomoso que agarra mucho mejor y que hace que muchos usuarios sientan su dispositivo mucho más seguro. Además, se trata de un material que apenas se desgasta con el tiempo, por lo que la estética la mantendrá siempre más o menos igual. Ahora bien, a la hora de utilizarla con pantalones, en muchos casos ese tacto gomoso hace que el bolsillo del pantalón se quede pegado al dispositivo, haciendo algo incómodo el hecho de sacar el iPhone del bolsillo. Además, Apple suele darle colores más vivos y divertidos, además de que son algo más económicas.
Pasando ahora a las fundas de piel, estas tienen un tacto algo más suave, aunque también más resbaladizo, lo que provoca que a la hora de guardarlas en los bolsillos sean mucho más cómodas de sacar posteriormente. Al ser de piel, con el uso tienden a sufrir un desgaste normal y habitual, aunque en muchos casos también les aporta un toque estético atractivo, aunque esto ya va en función de cada usuario. Por otra parte, los colores en los que suelen estar disponibles estas fundas son algo más serios, menos vivos, algo más apagados, y si antes decíamos que las de silicona eran algo más económicas, es porque las de piel son más caras.
Dicho esto, tienes que tener en cuenta que tanto las de silicona como las de piel están completamente disponibles para cualquier modelo de iPhone y que puedes comprarlas tanto en la página web de Apple, como acudiendo a cualquiera de las Apple Store físicas. Por supuesto, en otros establecimientos como Amazon o grandes almacenes las podrás encontrar sin problema, aunque quizás en ellas no tendrás tanta variedad.
Es importante tener en cuenta que, antes de elegir la funda, tienes que tener en cuenta diferentes aspectos, más allá de sí se trata de silicona o de piel, como el precio o si protege aspectos muy importantes como el conector de carga Lightning o los altavoces. Recuerda que lo más importante es que la funda se adapte mejor a tu día a día, ya que, si tienes un oficio físico, una funda que proteja la pantalla es fundamental, aunque no sea la más atractiva visualmente.
Por último, también tienes que tener en cuenta que tanto las fundas de piel como las de silicona, tienen tecnología MagSafe, tecnología que Apple incluye en sus iPhone desde la generación 12. Por lo que, si te interesa esta opción de carga, puedes utilizarlo perfectamente,