A medida que se acerca la WWDC 2025, todas las miradas están puestas en Apple. Los rumores apuntan a que este año veremos un rediseño completo de todos sus sistemas operativos, como resultado de una jugada tan interesante como necesaria.
Algunos considerarán como algo menor el hecho de centrar el foco en el diseño cuando hay tantas críticas alrededor de la compañía, pero lo cierto es que precisamente ahí es donde está la raíz de muchos de sus problemas. Y todo podría comenzar con un cambio tan básico como el rediseño de los ajustes de iOS y macOS.
Lo más necesario de iOS 19
Durante los últimos años, los sistemas operativos de Apple han sufrido una transformación en segundo plano, sin grandes cambios, que lejos de mejorar la experiencia de usuario, ha llamado a las puertas de más detractores. El caso más evidente lo vimos con el cambio de Preferencias del Sistema a la app de Ajustes en macOS Ventura, una decisión que pretendía unificar la experiencia con iOS, pero que acabó siendo un ejemplo de cómo complicar lo que antes era sencillo. Menús confusos, funciones enterradas en subcategorías y una interfaz poco intuitiva que parece haber sido diseñada a base de parches. Lejos de mejorar, la app de Ajustes se ha convertido en un símbolo de lo que ya no funciona en el ecosistema Apple.
Quienes llevamos años utilizando dispositivos de la marca sabemos que esto no es algo puntual, ya que la experiencia de usuario en Apple, que antaño era su mayor seña de identidad, se ha ido desdibujando. Lo que empezó como un diseño limpio, minimalista y funcional se ha visto desbordado por funciones mal implementadas y una interfaz cada vez más saturada. El resultado es un sistema visualmente atractivo pero cada vez más caótico, en el que lo estético empieza a pesar más que lo funcional.
Y es que no hay buen momento para rediseñar un sistema operativo. Siempre hay una nueva función por implementar, una actualización urgente, un error por corregir. Pero si no se pone freno a ese ciclo, lo que debería ser una experiencia fluida se convierte en un lastre. Apple ha llegado a ese punto de inflexión en el que el rediseño ya no es una cuestión de estilo, sino una necesidad estratégica. Si no es ahora, ¿cuándo?
La WWDC de junio cambiará el rumbo
El rediseño que se espera para iOS 19 y el resto de versiones no debería limitarse a lo visual. Necesita ser una reestructuración profunda que recupere la simplicidad que hizo grandes a estos sistemas, escuchando a los usuarios y no solo a los desarrolladores o al departamento de marketing. Que vuelva a priorizar la accesibilidad, la rapidez y la lógica por encima de la parafernalia. Que solucione de una vez el caos en los menús de configuración, el gestor de notificaciones o los interminables caminos para ajustar permisos o funciones básicas.
El rediseño de la app de Ajustes debería ser el primer paso. Porque si Apple es capaz de arreglar ese núcleo del sistema, donde comienza y termina toda experiencia de personalización del usuario, el resto podría volver a alinearse de forma más coherente.
En junio lo sabremos. La WWDC 2025 será el escenario donde el 9 de junio Apple podrá demostrar si ha aprendido de sus errores, si escucha a sus usuarios y si está dispuesta a dejar atrás una etapa marcada por decisiones discutibles. Todo apunta a que se viene una revolución. Y puede que empiece por algo tan simple como rediseñar los ajustes.