Apple ha conseguido consagrarse como una de las marcas más singulares y premium de todo el mundo. Muchas personas desean tener un iPhone o un Mac, llegando incluso a justificar decisiones tan incorrectas como 8 GB de memoria RAM para los MacBook Pro o la velocidad de conexión USB-C en los iPhone de la gama Entry. Ahora bien, donde hay un segmento donde los productos de la empresa norteamericana triunfan sí o sí, es el mundo de los famosos y de los profesionales, donde todos tienen siempre un producto de esta compañía. ¿Por qué?
Una marca exclusiva
Cada vez hay más teléfonos y productos premium en el mercado, como las Tablet de Samsung, portátiles o PC de Lenovo y dispositivos increíbles como los Google Pixel, pero si hay algo que ha caracterizado Apple a lo largo de su historia es que, desde sus inicios, era una marca que siempre buscaba lanzar algo diferente, ofrecer valor añadido a sus usuarios, pero no a un precio accesible, sino a un precio pensado para un grupo de usuarios premium.
Esto a día de hoy lo hacen muchos fabricantes, pero como dice el refrán “quien golpea el primero, golpea dos veces”, Apple golpeó primero. Todos recordamos el diseño de los primeros iPhone, pero no de los primeros Samsung, One Plus o Xiaomi.
Su ecosistema
Todas las empresas hablan de la construcción de un ecosistema y de la importancia que tiene sincronizarse perfectamente unos dispositivos con otros. En los últimos años es cuando más de moda se ha puesto esta estructura de sincronización. Sin embargo, Apple lleva trabajando en esta estrategia 30 años prácticamente, debido a que un mercado copado por Windows en los años 80 y 90, la única forma de sobrevivir era hacer productos muy buenos a un precio muy caro y que se entendiesen muy bien entre sí.
Esto derivó en la generación de un ecosistema que poco a poco han ido trabajando y mejorando, llegando a convertirse en el pilar fundamental de la compañía. Hoy en día, la sincronización que tengo cuando voy por la calle con mi Apple Watch, AirPods e iPhone es única y no la da ningún fabricante.
La sensación de que las cosas funcionan como un reloj fino hace que la gente quiera tenerlo sea como sea, aunque eso signifique tener que pagar una fortuna.
La mayoría de creadores de contenido también utilizan iPhone porque la calidad de audio y vídeo que ofrece este dispositivo cuando vas a subir story o vídeo es muy superior a los dispositivos Android. En este aspecto, es verdad y no hay nada de marketing por parte de los youtubers o influencers. Hay algunos dispositivos Android que poco a poco se van acercando, pero los iPhone de algunos años ofrecen un mayor rendimiento.
Aplicaciones exclusivas en Apple
Antes de morder la Manzana Mordida, me llamó la atención como una persona que compra un dispositivo de Apple, acaba utilizando todas las aplicaciones que lo conforman sin saber exactamente por qué. Esto no solo lo extrapolo a aplicaciones como iCloud o Apple Music, sino que podemos dar un paso más y destacar la aplicación de Final Cut, Garage Band, iMovie o pagar por Apple One cuando quizás el catálogo de Apple TV+ ni te convence.
También hay muchas aplicaciones que solo están exclusivas o que se entienden “mejor” con los dispositivos de la firma californiana como Pixelmator Pro para iPhone e iPad, notability o Godnotes. A la gente le encanta esto, porque no hay cosa que más nervioso ponga a un usuario que la desaparición del ratón y la congelación de la imagen derivada de la incapacidad de procesar toda la información. Los usuarios odian esto, y en Apple ocurre muy, pero que muy poquitas veces.
El deseo que sienten muchos usuarios de Apple con sus aplicaciones nativas es tal que en las últimas semanas se ha visto la posibilidad de que haya usuarios que puedan utilizan la aplicación de iMessage en Android. Esto ha sentado mal en algunos grupos de fan boy que han determinado que una compañía como la de Apple no debería permitir liberar aplicaciones porque perderían la esencia de la marca.
A modo de conclusión, esto son solo algunos de los motivos que hace que Apple sea una empresa única en el mundo, una empresa que hace que, poco a poco, vaya atrapando a sus clientes y no puedan salir por temor a salir del ecosistema.