El ordenador más potente de Apple tiene un diseño poco convencional, con una caja muy grande y con unas asas para que sea más sencillo su transporte y puedas llevarlo de un lado a otro. Su diseño es ideal para que se puedan desarrollar las funciones de la manera correcta y sin que se caliente en exceso el ordenador. En este post te contamos algunas de las razones por las que Apple optó por un diseño rompedor.
Se trata del ordenador más potente de la compañía de Cupertino y es que no le sobra nada, y todo tiene su motivo. El Mac Pro se ha diseñado de dentro hacia fuera para crear un sistema de alto rendimiento que cumple dos premisas: flexibilidad absoluta y máxima utilidad. Es una herramienta pensada para eliminar barreras y puedas trabajar de la mejor manera posible.
Los motivos por los que su diseño es diferente
El Mac Pro parte de una estructura de acero inoxidable que admite una enorme variedad de componentes y configuraciones, es junto con el Mac mini y el Mac Studio los únicos ordenadores «de torre» de Apple. Se extiende desde las patas hasta las asas, guarda el sistema general e incluye puntos de montaje para elementos internos. Un único punto de entrada no era suficiente. Por eso, puedes quitar la carcasa de aluminio y tener acceso total al sistema. La placa base es de doble cara para que te resulte más fácil añadir y extraer componentes. El procesador, la tarjeta gráfica y las ranuras de expansión se encuentran en un lado. El almacenamiento y la memoria, en el otro. Cuando quieras personalizar tu Mac Pro, él estará más que dispuesto.
El rendimiento extremo del Mac Pro requiere un sistema térmico muy potente. Cuenta con tres ventiladores axiales que hacen circular el aire a través de la CPU y las GPU de forma silenciosa para mantenerlas bien refrigeradas incluso con las cargas de trabajo más intensas. En el lado opuesto, un extractor aspira el aire que pasa por la memoria, el almacenamiento y la fuente de alimentación, y lo expulsa por la parte trasera del equipo.
Todos los componentes con los que interactúas se han diseñado para funcionar de forma impecable e intuitiva, desde las asas y los cierres hasta los puertos de la parte superior, pasando por las ruedas opcionales y el sistema para montaje en rack. Cuenta con unas asas de acero inoxidable que están redondeadas y se agarran cómodamente, y como forman parte de la propia estructura, el Mac Pro ofrece una solidez excelente cuando se levanta o se mueve.
Además cuenta con puertos superiores, ruedas y un cierre superior. Hay dos puertos Thunderbolt 3 situados estratégicamente en la parte superior, para que sea mucho más fácil hacer las conexiones importantes. Las ruedas opcionales te permiten transportar el Mac Pro fácilmente por todo el set o de un estudio a otro. Si giras el cierre superior para soltar la carcasa de aluminio de la estructura, y podrás usarlo como asa para levantar la carcasa y acceder a todo el sistema. Es sin duda un diseño algo aparatoso pero que tiene su explicación.