Personalmente no entiendo demasiado a los usuarios que compran un nuevo iPhone para tirarlo desde un quinto piso y después decir que no es resistente. La realidad es que tu iPhone no se va a caer de un quinto a menudo, o al menos, no debería. En este artículo valoramos la fragilidad o no del nuevo iPhone 15 Pro.
Sí, es cierto que el iPhone, como cualquier otro dispositivo, se puede romper debido a una caída o se puede dañar por un golpe imprevisto o un arañazo. Al parecer algunos medios y usuarios se han dedicado a realizar pruebas de caída del iPhone 15 Pro y Pro Max y estos son los resultados. La realidad es que solo los haters de Apple se pueden creer que el iPhone 15 Pro Max “se rompe con solo mirarlo”.
La batalla de la durabilidad
Apple es conocida por producir dispositivos que combinan diseño y funcionalidad, pero también que consideran la resistencia y la durabilidad. Cada año, la compañía introduce una nueva generación de iPhones con modificaciones en su diseño y componentes, lo que significa que las pruebas de caída son necesarias para algunos ya que les ayuda a evaluar su capacidad de soportar los golpes imprevistos a los que se pueden enfrentar estos dispositivos en la vida diaria.
Para llevar a cabo estas pruebas, el canal de YouTube PhoneBuff sometió al iPhone 15 Pro Max a una serie de desafiantes pruebas de caída. Estas pruebas no solo mostraron la resistencia del dispositivo, sino que también ofrecieron una perspectiva interesante sobre cómo se compara con modelos anteriores y también con la competencia.
Prueba de caída de 1 metro
En la primera prueba, el iPhone 15 Pro Max se lanzó desde una altura de 1 metro sobre una superficie de cemento, aterrizando con la parte trasera. El resultado fue que la parte trasera quedó gravemente agrietada. Sin embargo, este resultado no fue sorprendente, ya que tanto el iPhone 14 Pro Max como el iPhone 13 Pro Max también experimentaron roturas en el vidrio trasero en pruebas similares. La buena noticia para los propietarios del iPhone 15 Pro Max es que Apple ha reducido significativamente el precio de reemplazo de la parte trasera en los iPhone 15, 15 Pro y 15 Pro Max.
Prueba de caída con impacto en el borde
La segunda prueba consistía en dejar caer el iPhone 15 Pro Max de forma esquinada. En este caso, el nuevo chasis de titanio prácticamente salió ileso. Algo que demuestra las mejoras de diseño respecto a los anteriores modelos, que sufrieron daños importantes en pruebas similares. Parece que el cambio al titanio ha demostrado ser una elección acertada en términos de durabilidad.
Prueba de caída de frente
La tercera prueba, que es una de las más impactantes porque consiste en dejar caer el iPhone 15 Pro Max desde una altura de 1 metro, esta vez de frente sobre una superficie de cemento también. Aunque la cubierta de vidrio sobre la pantalla LCD se rompió, las pantallas táctiles y el escáner de Face ID continuaron funcionando. Sorprendentemente, este resultado fue parecido al de las pruebas anteriores en modelos Pro Max, donde la pantalla frontal también se rompió en circunstancias similares. A pesar de la rotura de la pantalla, la funcionalidad del dispositivo se mantiene.
Prueba de caída de 1 metro y medio
La última prueba fue aún más extrema, con una caída desde una altura de 1.45 metros, y la parte frontal del dispositivo golpeando en una superficie de acero. Como os podéis imaginar los resultados no fueron nada buenos. Tanto el vidrio frontal como la parte trasera se rompieron, el iPhone continuó siendo funcional pero a nivel estético su estado era terrible.
El iPhone 15 Pro no es menos resistente que el iPhone 14 Pro
Así que, si bien el iPhone 15 Pro Max sufrió daños considerables en estas pruebas de caída, su predecesor, el iPhone 14 Pro Max, también sufrió daños similares en las mismas pruebas. Si bien es cierto que el titanio ha demostrado ser más resistente no proporciona una mejor protección pero tampoco es peor y además los costes de reparación han disminuido. Lo cual nos hace pensar que, a diferencia de lo que muchos creen, Apple si intenta poner de su parte para mejorar la durabilidad de los dispositivos y también rebajar los costes de reparación.