No esperaba que esto fuera a ser lo que más me iba a gustar del MacBook Pro M3
La evolución de los teclados del MacBook ha sido un tema de interés para todos los usuarios de este dispositivo. Durante años, el teclado mariposa de Apple fue un punto de división, con opiniones muy diversas que iban desde la apreciación por su diseño innovador hasta la frustración por problemas de durabilidad.
Sin embargo, los modelos más recientes de MacBook Pro han marcado el fin de la era del teclado mariposa, introduciendo una experiencia de escritura renovada y mejorada que ha sido muy bien recibida por la comunidad. Sorprendentemente, esta es una de las características de mi MacBook Pro M3 de la que estoy más contenta.
Teclado mariposa, ¿un fantasma del pasado para Apple?
El teclado mariposa, introducido por primera vez en 2015, marcó un cambio importante respecto a los mecanismos de tijera tradicionales utilizados en la mayoría de ordenadores portátiles hasta el momento. Su nombre se derivaba de la forma en que las teclas se desplegaban al ser presionadas, similar a las alas de una mariposa. Este diseño permitía obtener un perfil más delgado del MacBook, alineándose con la constante búsqueda de Apple por conseguir una estética minimalista y mejorar a la vez la portabilidad. A pesar de su atractivo diseño, el teclado mariposa se encontró con críticas debido a su falta de fiabilidad y durabilidad. Las teclas eran susceptibles a daños por partículas de polvo y migajas, lo que a menudo generaba en fallos de funcionamiento o hacía que las teclas se atascaran.
Las críticas constructivas por parte de los usuarios son muy importante en el proceso de innovación de cualquier marca, y para Apple esto no fue la excepción. Tomando en cuenta las preocupaciones de sus usuarios, la compañía decidió rediseñar su teclado en los modelos más recientes de MacBook Pro. El resultado fue un teclado renovado que no solo solucionaba los problemas de durabilidad que tenía el anterior teclado mariposa, sino que también mejoraba la experiencia de escritura en general. Este nuevo diseño incorporó un mecanismo de tijera mejorado con un mayor recorrido de teclas, ofreciendo una mejor sensación y táctil al escribir. Además, el diseño incluyó una característica interesa, se trata de un espacio negro detrás de cada tecla, exclusivo de los MacBook Pro, que contribuye a la estética y posiblemente mejora la sensación al teclear.
Un trackpad también mejorado
La experiencia de escritura no es el único aspecto en el que el MacBook Pro ha visto mejoras importantes. El trackpad de este dispositivo también ha mejorado significativamente respecto a las generaciones anteriores. En el modelo de 16 pulgadas, por ejemplo, el trackpad se ha ampliado, ofreciendo una superficie más grande para la navegación y los gestos multitáctiles. La perfección del trackpad no solo está en su tamaño, sino también en su rendimiento. La capacidad de respuesta y la precisión del trackpad, combinadas con la intuitiva gama de gestos y la facilidad de uso son la clave para una buena experiencia de usuario.
La tecnología Force Touch del trackpad de Apple es otra prueba de la innovación de la compañía. Lo que hace es utilizar vibraciones para simular una presión física. Así, el trackpad ofrece una experiencia única que se distingue de los trackpads tradicionales que se basan en el movimiento mecánico y que incluyen portátiles de otras marcas. Esta característica no solo mejora la experiencia de uso, sino que también contribuye a la durabilidad del dispositivo al eliminar partes móviles que podrían desgastarse con el tiempo.
La evolución de la tecnología de los teclados en el MacBook Pro de Apple se agradece desde el punto de vista del usuario. Al escuchar y adaptarse a las críticas, Apple ha logrado crear una experiencia de usuario que no solo aborda los problemas anteriores sino que también establece nuevos logros en lo que respecta a la escritura y la interacción del trackpad en los MacBook Pro de última generación.