Han pasado ya seis meses desde el lanzamiento del iPhone 15, el último buque insignia de Apple para la telefonía y que está obteniendo unas grandes ventajas, según indican los analistas. Desde su compra, no le he puesto funda ni protector de pantalla. ¿En qué estado se encuentra después de seis meses? Vamos a verlo a continuación.
Hay dos motivos principales por los que llevo mi iPhone sin funda. Por un lado, tengo AppleCare+ en mi iPhone, por lo que, en caso de caída o rotura, me saldrá mucho más barato su reemplazo. Por otro lado, Apple siempre indica que sus terminales son muy resistentes, entonces, ¿por qué es obligatorio ponerle una funda?
Pequeños desgastes
A lo largo de los últimos seis meses, el iPhone puede que se me haya caído unas 8-9 veces como mínimo. Por tanto, obviamente se le han generado pequeñas marcas.
En la parte frontal, junto a la Dynamic Island encontramos un pequeño rasguño, y en la parte posterior, en el chasis de la cámara, otro de idénticas proporciones. Por tanto, la primera conclusión que extraigo es que este iPhone es resistente, y mucho más que generaciones como el 12 o 13, y es que después del mismo periodo de tiempo, el dispositivo tenía algunas marcas de desgaste, sobre todos los laterales.
¿Por qué es tan resistente entonces?
El motivo principal por el que nuestro iPhone es resistente es por la construcción y los materiales que emplea el chasis y la pantalla. En concreto, nos referimos a la Ceramic Shield. A pesar de que se haya introducido desde el iPhone 12, poco a poco se han ido optimizando sus prestaciones, mejorando la calidad de uso y posponiendo el deterioro.
Según las estimaciones de Apple en California, la tecnología Ceramic Shield mejora el rendimiento en caídas un 400% en comparación con el iPhone 11, y tres años después, podríamos decir que esa mejora ha aumentado un 50% más. ¿Por qué digo esto? Por experiencia propia. A los seis meses de tener el iPhone y con el mismo uso prácticamente, el desgaste fue mucho mayor.
Al año de su lanzamiento, el mismo en que lo compré, en la parte posterior del chasis aparecieron diferentes bultos cerca de los bordes como consecuencia de llevarlo siempre en el bolsillo o mochila. Además, en sus laterales se observa un mayor desgaste como consecuencia de la piel que van eliminando poco a poco los componentes que protegen el dispositivo. Por tanto, ¿es una locura llevar el iPhone sin funda? Hace algunos años, es decir, con el terminal X, XS e incluso 8, sí era una locura, debido a que la presencia del cristal lo hacía muy vulnerable a los golpes.
Actualmente, con la presencia del aluminio y del titanio, la resistencia ha aumentado considerablemente, perdiendo completamente el miedo que tenía cuando se cayó el terminal por primera vez. En este sentido, solo tengo que dar las gracias a los chicos de Cupertino, ya que ahora podemos disfrutar un poco más de nuestro smartphone.
Cómo ha sido mi experiencia con otros iPhone
Con el iPhone 7 y con el iPhone X después de un año, las marcas de desgaste fueron muy superiores a las obtenidas con esta generación. De hecho, podríamos decir que el iPhone X ha sido uno de los terminales más sensibles a los golpes y caídas a pesar de que ha tenido uno de los diseños más bonitos de la historia de la telefonía.
Lo sorprendente de este dispositivo es que a pesar de que la caída le provocó la rotura de la pantalla y otra caída hace dos años, la rotura de la parte trasera, el dispositivo ha sido completamente funcional, a pesar de los graves daños que presentaba.
A pesar del estado actual, debo decir que no se rompió a la primera caída, sino que cuando ya llevaba varios golpes en el suelo, por lo que, buen trabajo de contención de Apple a pesar de que los materiales no eran los mejores.
El iPhone XS contaba con los mismos materiales de construcción que el iPhone X, por lo que el riesgo a una rotura tanto en su parte frontal como en la parte trasera era elevado.
A diferencia de la generación anterior, el iPhone XS después de aun año no tuvo prácticamente daños, solo algún desgaste en los materiales del dispositivo como consecuencia del aceite de la piel. Eso si, en la parte posterior del chasis, presentó algunas microroturas en los bordes, aspecto normal porque obviamente, durante el año impacto en el suelo más de una vez.
La situación cambio completamente con el iPhone 12 Pro Max, terminal que, como se ha indicado anteriormente, contaba con la protección Ceramic Shield, una protección extra y que, sinceramente, se ha notado con el desgaste general que sufren los dispositivos todos los años.
A partir de la inclusión del Ceramic Shield en los iPhone 12, la roturas en la parte trasera del dispositivo dejaron de existir y solo se ha producido desgaste en los laterales como consecuencia de la grasa que emite la piel. En este sentido, por más que limpias el dispositivo, no vas a poder quitarlo la capa que genera y su citado desgaste.
¿Qué pasa con los iPhone 13 y 14?
Como hemos comentado anteriormente, el iPhone 12 con la inclusión de la Ceramic Shield ha mejorado su resistencia profundamente. Por tanto, los modelos 13 y 14 han presentado las mismas ventajas de resistencia y consecuencias del desgaste por la piel. Eso sí, conforme han ido pasando las generaciones, se ha producido una reducción en el desaste.
Es importante resaltar que se observa el desgaste en función de cómo he utilizado esta unidad. Por ejemplo, la parte lateral superior no tiene apenas desgaste, mientras que la parte inferior sí.
A modo de conclusión, mi experiencia no es extrapolable a otros usuarios, ya que es posible que en cualquier momento una mala caída puede provocar la rotura o el abultamiento del dispositivo. No obstante, mi experiencia tras los últimos seis meses es que el iPhone 15 se puede usar bajo las citadas condiciones.