Cuidar la batería y el estado general de nuestro MacBook es imprescindible si queremos que nos dure lo máximo posible. Y para eso, no hay que olvidar un elemento muy importante: el cargador. Con el paso del tiempo, este puede desgastarse de diferentes formas, e incluso, puede llegar a dañarse. Así que en este post vamos a ver qué peligros puede tener esto para nuestro equipo.
También te vamos a enseñar algunos trucos para que el cable de tu ordenador no acabe dañado de según que maneras, y así podamos mantener el equipo en las mejores condiciones posibles. Para puntualizar, aquí te hablaré desde mi punto de vista personal, y te contaré lo que me ha sucedido con mi ordenador: un MacBook Pro de 13″ del 2017.
Lo que le puede suceder al cable de carga
Los MacBook Pro y MacBook Air presentados entre 2016 y 2020 se caracterizan por sólo tener puertos USB tipo C. Y para cargarlos, sí o sí necesitamos usar uno de estos. Todo sea dicho, la calidad de estos cables, si bien no es la mejor de todas, lo cierto es que cumple con su cometido durante un buen tiempo. Pero a la mínima que ha pasado un cierto período, el desgaste hace que el plástico protector se acabe por consumir, y se puedan producir pequeñas roturas en los extremos del cable, justo en la parte trasera del conector USB tipo C.
Para garantizar un correcto funcionamiento de la carga, es muy importante que desde el alimentador se transfiera la energía de forma constante y estable. Si el cable está en buenas condiciones, esto no supone aun problema. Pero en el caso de que tengamos alguna fisura, tenemos que ir con cuidado para no desgastar más el propio cable.
El problema serio empieza cuando necesitamos utilizar este mismo cable USB tipo C para otros usos, como por ejemplo, conectar nuestro equipo a un monitor, o a una memoria externa. Es muy importante que la conexión sea estable, sea lo que sea que estemos haciendo. Y a medida que el cable esté más desgastado, más probabilidades tendremos de que empiece a fallar, ocasionándonos pérdidas de señal.
Tips para cuidar tu cable de carga
Los extremos de estos cables son de las partes más vulnerables. Y si queremos que estos sigan en las mejores condiciones posibles, lo mejor es optar por agarradores que alargan la «zona segura», evitando que el cable se doble tanto a los extremos, y este termine por partirse.
También es importante que guardemos el cable bien enrollado, sin que se hagan nudos, y sin que queden los conectores doblados o demasiado plegados.
Si tu cable se rompe, aquí tienes algunas alternativas
Si tienes un MacBook con conectores USB tipo C, estarás cargando tu equipo con una conexión estándar. Gracias a ello no hará falta recurrir de forma obligatoria a la marca Apple, si queremos comprar un cable nuevo para poder cargar nuestro equipo.
Tendremos opciones más baratas pero igualmente fiables. Así que a continuación te dejamos una serie de recomendaciones que te van a ser muy útiles, por si estás buscando un repuesto para tu cargador.